,

Día 3. Viaje al corazón de Bali: de la Costa a Ubud

Cristina Monzón, nos transporta hasta el corazón de Bali, la Costa de Ubud. No te pierdas su ruta por Bali de 8 días, contada en primera persona y por libre.

Enamorada de sus playas, tras un breve pero apasionado idilio de 3 días, el alma me recuerda que es hora de partir tierra adentro tras la estela cultural y espiritual que promete Ubud.

Que Bali es mucho más que playas es vox populi pero me congratulo de poder verificarlo tan al principio del viaje. Me hubiera decepcionado un destino cuyo principal atractivo fuera el binomio [sol-playa] y no porque no me haya gustado hacerle un guiño al sol y dejarme hipnotizar por los susurros del Índico, pero siento la necesidad de conocer la otra cara de Bali. Quiero vivir una experiencia autentica y total: subir sus volcanes, rebañar sus ollas, sentir su pulso diario, realizar una ofrenda de flores en alguno de sus bellos templos, descubrir su arte, escuchar cuáles son sus sueños y desafíos….

De joven me interesaba llegar pronto al destino, sin embargo la edad me ha hecho más pausada y me permito disfrutar también del camino. Sin prisa pero sin pausa vamos haciendo instructivas paradas en nuestra ruta hacia Ubud, con la promesa de que cada lugar nos susurre secretos imperceptibles a los turistas apresurados. ¡Y yo quiero oírlos todos!.

La primera parada es una plantación de café. ¿Sabías que el café más caro del mundo, el Kopi Luwak, se cultiva aquí?. Pues esto no es lo más curioso. Lo realmente chocante es que este café sale de la “caquita” de un animal balinés con cuerpo de gato y cara de zorro listo, llamado civeta, que trepa a los árboles, se come los mejores granos y luego los devuelve a la madre tierra por el cauce habitual de descomer lo comido. Obviamente el grano es escrupulosamente depurado para ser apto al consumo humano.

Kopi Luwak
Kopi Luwak

¿Qué no te gusta lo amargo del café? No te preocupes, hay que darle las gracias a las civetas, cuyas enzimas digestivas se encargan de rebajar parte del amargor y otorgarle al café un cierto sabor dulzón que te permite además prescindir del azúcar, no engordar y disfrutar de un café “que te cagas”.

Despejadas por los energéticos efectos del café más caro del mundo, nos dirigimos a un taller de Batik. Me interesa conocer esta técnica ya que las calles de Bali son un festival de sarongs y trajes tradicionales hechos con este artesanal sistema. Las coloristas telas resaltan, aún más si cabe, la belleza de la mujer balinesa; damas de pómulos aristocráticos, naricillas perfiladas, ojos de sonrisa amable y cinturas escuetas.

Técnica del Batik
Técnica del Batik

La técnica del Batik es laboriosa y está basada en el uso de la cera de abeja y parafina, encerando manualmente las zonas de la tela que no quieran ser coloreadas, como si se tratara de un negativo. Después se sumerge el paño en un baño de tinte natural y una vez secado, se elimina la cera con papel de estraza. El proceso se repite con tantos colores como el artista quiera, dando lugar a encantadores estampados llenos de color y personalidad. (Compartimos un truco que nos contaron. En un batik auténtico, no se sabría distinguir la cara buena de la tela de no ser por la firma del autor, ya que ambos lados son idénticos. )

Técnica del Batik
Técnica del Batik

Aunque nos encanta haber parado en el taller no compramos nada porque encontramos los precios excesivos, así que reservamos las compras para Denpasar y su gran mercado de Kumbasari, donde nos soplan que podemos encontrar precios de mayorista

La siguiente parada es una refrescante sorpresa: las cataratas de Tegenugan. Accedemos a ellas cojitrancas después de descender por escarpados escalones de desigual altura que nos hacen pegar saltitos nada glamurosos. Por fin llegamos a las cataratas que nos esperan con el agua a temperatura ambiente, frescas, exhibicionistas y provocadoras. No nos podemos resistir.

 Cataratas de Tegenugan
Cataratas de Tegenugan
Cataratas de Tegenugan
Cataratas de Tegenugan

Mapa para llegar a las cataratas de Tegenugan

Seguimos avanzando en nuestro camino a Ubud y como no, tenemos que hacer una inexcusable parada en el Pura Gao Gajah, el templo de la cueva del elefante, que forma parte de la Lista oficial del Patrimonio de la Unesco.

Aparte de la innegable belleza del templo, lo que más me llama la atención es la fusión del hinduismo balinés con el budismo, muestra de la tolerancia y sincretismo balines. Los colores blanco y amarillo se dan la mano en evidente símbolo de este matrimonio alquímico entre estas dos grandes religiones.

Pura Gao Gajah
Pura Gao Gajah

Ganesha, el dios elefante preside la cueva. Mientras muchos piensan en el politeísmo hindú está compuesto por un inmenso panteón, los yoguis de verdad te enseñan que cada dios es tan sólo un aspecto de la infinita divinidad. Parece que Ganesha es símbolo de fuerza y perseverancia.

El interior de la cueva es un poco claustrofóbico. Se siente la energía de las miles de oraciones realizadas por los devotos ante los dos altares presididos por el lingam y el yoni, elementos simbólicos de lo masculino y lo femenino. ¿Y tú que crees que sale de la unión del padre-Lingam y de la madre-Yoni? Pues el hijo, la creación, Ganesh. Así que aprovecho para hacer una pequeña oración a Ganesha solicitándole inspiración, fuerza y perseverancia.

No puedo dejar de pensar de cómo esta trimurti de “padre-madre-hijo” está presente en tantas religiones y lugares del mundo. Me viene a la cabeza mi visita al Cañón del Río Lobos en Soria con su cueva, su monolito y su ermita justo en el medio. Información encriptada por todo el mundo, siempre en lugar de poder. Misma significado con distinta simbología. Hace pensar, ¿verdad?.

Por fin llegamos a nuestro hotel que está situado a las afueras de Ubud. El exterior es discreto y  no anticipa que voy a encontrarme con la “casa de mis sueños”.

Villa Ubud
Villa Ubud

Villa Ubud es la antigua casa-jardín de un catalán que harto del mundanal ruido vino a regenerase a Bali y que después de varias décadas de vida tranquila ha re-vendido su propiedad a un empresario suizo que, gracias, gracias, la ha convertido en Hotel-Boutique.

Así que nos encontramos con una preciosa Masía Balinesa dejada caer en medio de campos de arroz y jungla. El  hotel cuenta tan sólo con 10 habitaciones diseñadas con un gusto exquisito y un apacible jardín tropical que te lleva sin darte cuenta a un estado “chill- out” instantáneo.

Villa Ubud
Villa Ubud

La piscina nos tienta recordándonos que estamos de vacaciones. No hay más que hablar, de cabeza al agua. Ya descubriremos Ubud más tarde.

La mini-van del hotel nos acerca por la tarde hasta el centro de Ubud. Sin aviso el cielo cambia de color y se desata una tormenta rabiosa de gotas gordas como peladillas. El conductor nos anuncia que ha empezado oficialmente la temporada de lluvias y que estas tormentas empezarán a ser cada vez más habituales hasta hacerse diarias.

Como resulta imposible andar bajo este peleón aguacero, le pedimos al chofer que nos acerque hasta la puerta del Room4dessert, territorio del Chef repostero Goldfarb cuya leyenda cuenta que dejo la fama adquirida al lado del  Bullit de Ferrán Adríá para abrir un bar de postres en el paraíso.

El local nos recibe música que suena a canela, cardamomo, chocolate y nata. La estética del local tiene un toque industrial remandado con obras de artistas locales maridando oriente con occidente.

La carta descocada y provocadora nos tienta con postres de gourmet y olvidamos dietas, lorzas y cartucheras para lanzarnos a una dulce experiencia sensorial.

Los postres son exquisitos, no todos súper dulces; también hay sorbetes, espumas, bizcochos, helados, crème brûlée, hasta churros. Lo más curioso la fusión de la repostería occidental con toques balineses de coco, mango, piña y sal de mar de Bali.

room4dessert

Rebosantes de dulzura y calorías volvemos a nuestro pequeño palacio de Villa Ubud. Antes de dormirme me descubro musitando: dulces sueños, dulce Bali, el placer es todo mío.

Si vas a viajar a Bali o Indonesia quizás te interese leer:

Asegura tu viaje a un 7% dto

Por unos euros al día viajarás asegurado, tranquilo y sin complicaciones. Te contamos qué seguro necesitas dependiendo de tu estilo de viaje.

Escapada o viaje puntual

2,50 día
  • Cap Trip Basic: 200.000€ gastos médicos y hospitalización
  • Cap Trip Plus: 750.000€ gastos médicos y hospitalización
  • Pocos seguros tienen una cobertura sanitaria tan amplia

Viaje de larga duración

0,96 día
  • Para viajes de más de 3 meses
  • Desde 29€ al mes
  • Viaja por varios países

Viajas varias veces al año

0,54 día
  • Si viajas varias veces al año te interesa
  • Viaja libremente. No tienes que notificar cuándo te vas.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.