Con total certeza, visitar Kaunas nunca aparecerá en una lista de ciudades más interesantes de Europa del Este pero ahí radica su encanto. Durante un día tuve la oportunidad de conocer, recorrer y explorar la ciudad “más castiza de Lituania” esta afirmación no es baladí, cuenta con un 93% de población local. A través del siguiente artículo os mostraré qué ver en Kaunas en un día ya que siendo honestos la ciudad no da para mucho más.
El viajero que decida poner un pie esta ciudad debe ser consciente que el encanto de Kaunas radica en los detalles y las sensaciones. Aquí no encontrarás ningún monumento excepcional ni nada que sea representativo de ninguna cultura o estilo arquitectónico, pero es esa mezcla de melancolía, dejadez y pasado histórico que la hace especial. Si tuviera que resumir lo que más me gustó de Kaunas fue el placer de sentarme en una de sus múltiples cafeterías a tomar un café viendo la vida pasar absorto en mis pensamientos.
Qué ver en Kaunas
Probablemente sea una de las ciudades más sencillas a la cual me he enfrentado a lo largo de mi experiencia viajera. Prácticamente todos los puntos de interés – a excepción del funicular más antiguo de Lituania y la Iglesia de la Resurección – se encuentran siguiendo el sendero peatonal. En esta ciudad no necesitarás mapa ni una preparación previa pues es muy intuitiva. A continuación os mostraré en orden los pasos que di y cómo optimicé el paseo por si decides realizar la misma ruta.
Iglesia San Miguel Arcángel
Situado al principio de la Avenida de la Libertad – más tarde hablaré sobre esta emblemática calle -encontramos una imponente iglesia ortodoxa construida en los tiempos del imperio ruso en estilo neo-bizantino por el zar Alexander II. Como curiosidad, durante la época soviética fue utilizada como galería de arte, hoy sirve al culto católico.
El exterior es realmente bello, pero es su interior el que me llama la atención desde que lo visito. En un primer momento me encuentro en el centro una bandera gigantesca de Lituania que me impide ver el altar con claridad, giro a la derecha para poder disfrutar del arte religioso y me encuentro una figura de Jesucristo que jamás había visto, digamos de manera educada que “está meditando”. Justamente próximo a este lugar se encuentran las catacumbas, que desconozco el motivo estaban cerradas durante mi visita.
Funicular e Iglesia Resurrección de Cristo
Había leído por Internet que en Kaunas se encontraba el funicular en activo más antiguo de Lituania por lo que lo anoté como uno de los primeros lugares a acudir. Acudo a la estación del funicular, un viejo pero reformado telecabina decorado en madera me da la bienvenida. No hay ningún viajero ni revisor para pagar por lo que decido ir al interior mientras busco a alguien. Acto seguido escucho en lituano algo que intuí como “cierre de puertas” y el funicular comenzó a ascender. Una vez arriba un amable señor me espera y me cobra 0,70 céntimos, una cantidad irrisoria para este orgullo nacional.
La estación del funicular está enfrente de la Iglesia de Resurrección de Cristo dentro del barrio de Žaliakalnis. El nombre traducido al castellano es colina verde y cuenta con una arquitectura que aquí se denomina entre guerras. Hay algún museo para interés local pero decidí dedicarme en exclusiva a la iglesia más grande y larga del Báltico. La construcción comenzó en 1933 y no llegó a terminarse aunque durante época soviética se utilizó como fábrica. Un poco más de 90 años después y con la llegada de la democracia se consiguió terminar y restaurar la iglesia que hoy luce un blanco impoluto. Existe un ascensor para ascender a la azotea de la iglesia y disfrutar de las magníficas vistas pero no encontré ni un alma en el templo y el elevador requería de llave, busque por la sacristía, los confesionarios, dije un par de veces excuse me pero me encontraba en la más absoluta soledad. Después de 10 minutos buscando desesperadamente a algún representante religioso del templo decidí marcharme colina abajo.
Museo del Diablo
En la calle donde se encuentra el funicular, en dirección al río encontraremos la antigua embajada de Estados Unidos cuando Kaunas fue la capital de Lituania debido a que Vilnius había sido conquistada por Polonia. Años más tarde, durante la ocupación soviética, la URSS “devolvió” los territorios lituanos y la capital se restauró de nuevo en Vilna. En el edificio de la embajada de EEUU encontramos el museo del diablo, un curioso homenaje en forma de diversas salas repletas de figuras de Lucifer, hay miles y cual más fea.
Museo Karo y Museo Militar
Comenzamos a descender la calle y nos encontramos con la imponente plaza del Museo Karo. Desde mi punto de vista la más emotiva de toda la ciudad. Este espacio abierto está dedicado a la figura de los líderes políticos y literarios que fueron clave en la independencia de Lituania. En este mismo lugar encontramos el altar de la llama eterna repleta de cruces cristianas.
El Sembrador de Kaunas
Hace unos meses leyendo sobre estatuas curiosas descubrí la del sembrador de Kaunas. Durante el día no es más que una estatua más en la plaza más reivindicativa de la ciudad pero al caer la noche este lugar gracias a la perspectiva se vuelve especial.
Como dato de interés, próximo al lugar encontramos la sede del banco de Lituania, una maravilla de edificio.
Avenida de la Libertad y Romas Kalanta
La avenida de la Libertad es el corazón neurálgico de la ciudad. Desde los años 80 durante la época de la Unión Soviética se produjo la peatonalización que disfrutamos hoy en día. Casi 2 kilómetros de zona comercial donde diversas cafeterías, bancos y tiendas de ropa entre otras se dan cita para contar con un ir y venir constante de personas en una rambla completamente arbolada.
Durante mi visita tuve la suerte de encontrarme con un evento dedicado a los niños con música en directo. En el lugar donde había varios niños emulando a sus ídolos del baloncesto encontré el homenaje a Romas Kalanta. ¿Quién es este señor? Un héroe nacional que en el año 1972 decidió quemarse vivo para protestar contra la ocupación soviética y la falta de soberanía de su país. Su acción no fue un oasis en el desierto, trece personas más lo emularon para mostrar su disconforme al régimen marxista-leninista que ahogaba la economía lituana. Hoy en día es un símbolo mundial de la resistencia y la rebeldía hacía la tiranía.
Calle Vilnius
Si la Avenida de la Libertad es el alma de la ciudad, la calle Vilnius porta la bandera de la gastronomía y la belleza de sus edificios. En esta calzada empedrada encontramos los mejores restaurantes de la ciudad con una estética bastante europea. En el trayecto encontramos diversos edificios propios de la liga hanseática de la que Kaunas formó parte pero decidimos sentarnos en una popular cafetería llamada Café Vero (vi tres en todo el recorrido) para tomar un delicioso café de Colombia y disfrutar de tomar el sol en la terraza viendo el mundo pasar.
Plaza del Ayuntamiento
Como en todo lugar antiguo, el poder civil y religioso comparten espacio con una amplía plaza para el pueblo. El ayuntamiento es denominado el Cisne Blanco debido a su color y elegancia. Data del siglo XVI y su mezcolanza de estilos arquitectónicos lo hace especial. En la misma plaza encontramos dos templos religiosos del que destaco la iglesia de la Santísima Trinidad, una belleza que merece la pena detenernos y contemplarla con calma.
Castillo de Kaunas
Nuestra visita continua en el emblemático Castillo de Kaunas, el más antiguo de todo el país. Siguiendo un estilo arquitectónico de la Órden Teutónica, esta edificación nos puede recordar al Castillo Trakai próximo a Vilnius. No era la primera vez que observaba una fortaleza de estas características pero he de confesar que su ubicación en lo alto de la colina y la proximidad al río me enamoró desde un primer momento. En el interior del Castillo de Kaunas encontramos una galería de arte – previo pago de 2 euros – . Seguramente y a raíz de las gradas construidas en los laterales, en verano realicen conciertos y representaciones teatrales ya que el lugar da mucho juego.
Iglesia de San Jorge el Mártir
Después de un día soleado comienza una fuerte lluvia y busco refugio en una iglesia cercana que no tenía pensado visitar. Me sorprende la dejadez de su exterior, ladrillos completamente destruidos y la entrada completamente repleta de cartones, parecía más un lugar de ocupas que otra cosa. Decido entrar al interior a resguardarme de la lluvia y la humedad es máxima, en esos momentos me encuentro con un franciscano y el templo completamente en restauración.
El azul del techo estaba prácticamente borrado, las paredes contaban con agujeros y el suelo estaba repleto de casquetes que sumado a los andamios del fondo y los plásticos para cubrir el arte religioso me hacían vivir una experiencia única, un templo cristiano en plena remodelación. Hace años cuando viajé a Belgrado tuve la oportunidad de ver como estaban decorando El Templo de San Sava que todavía no se había inaugurado oficialmente pero esto era algo diferente y nuevo. Según he podido averiguar buscando información en lituano esta iglesia fue convertida en almacén durante las guerras napoleónicas y en escuela de farmacia durante el comunismo.
Parque Santakos
Después de veinte minutos de lluvia constante, el cielo da una tregua. Decido seguir mi camino para rodear el Parque Santakos y observar la confluencia de los dos ríos que acarician Kaunas, El nemunas y el Neris. Un hombre solitario en un barrizal y en la ubicación más alejada de la orilla ha aguantado el chaparrón y disfruta de la soledad con su caña de pescar como si nada hubiera pasado. Atravieso varios parques para niños y la lluvia comienza otra vez de manera intensa.
Desgraciadamente tengo que interrumpir mi ruta ya que quería visitar la Casa Perkunas, la antigua sede comercial de Lituania, ver el campus de la Universitetas – en el trayecto observé hasta 3 diferentes Fakultetas– además de disfrutar de ambas orillas del río y de ascender al otro funicular de la ciudad que está enfrente del puente principal, pero será en otra ocasión.
Estatuas, arte y dejadez
Dentro de tu ruta sobre qué ver en Kaunas hay que recalcar la apuesta de la ciudad por el arte. Numerosos parques incluyen esculturas haciendo que sea un museo al aire libre. Desgraciadamente esta iniciativa de lo público no cuenta con una respuesta privada, ya que son muchos los edificios que necesitan una reforma urgente o una mano de pintura. Es increíble que en la segunda ciudad más importante del país y en un estado soberano de la Unión Europea nos encontremos un paisaje tan desolador en algunas ocasiones.
Volvemos a la tarde anterior…
Fuerte noveno – Gulag y Campo de Concentración
Desconozco la razón por la cual no había encontrado ninguna información en español más allá de Wikipedia sobre este lugar. El Fuerte Noveno es una antigua fortaleza, prisión, gulag y campo de concentración construida a las afueras de la ciudad. Después de la ruta por Letonia y camino a Kaunas decidí que fuera mi primera parada.
En los primeros 10 años de existencia se utilizó como fuerte militar pero fue en 1924 cuando se convirtió en prisión. El lugar es realmente espeluznante, cualquiera que haya visitado un campo de concentración sabe de lo que hablo. Hace años visité Auswich y decidí no volver a ningún campo de exterminio por las sensaciones que produce. Pero en esta ocasión no podía pasar por alto las tres imponentes y colosales esculturas construidas durante la ocupación soviética.
Sabía perfectamente que a las 19 horas el campo de concentración había cerrado por lo que estaba tranquilo. Curiosamente mientras me acercaba a las estatuas observé a la derecha que el patio del campo de exterminio estaba abierto, me fijé en una pared y aparecía la siguiente inscripción.
Como andaba retransmitiendo el viaje en vivo a través de stories de Instagram y como el lugar me invitaba a pasar decidí caminar en solitario. Durante una hora estuve deambulando a mis anchas por el patio, las colinas y los crematorios del campo de concentración. Subí a la azotea y observé la prisión desde lo alto, acto seguido me senté junto a una de las chimeneas que expulsaba el gas para presenciar un extraño amanecer en la más absoluta soledad y en uno de los lugares más extraños que había visto en mi vida.
El monumento representa el horror de las víctimas. No soy partidario del revisionismo histórico pero me sorprende que los soviéticos construyesen este memorial cuando ellos también utilizaron el fuerte noveno para aniquilar gente contraria al régimen, fue su gulag de Kaunas. Las inscripciones que aparecen son “Por los 50.000 asesinatos llevados a cabo por el fascismo” “Rendimos homenaje a los soldados soviéticos que dieron su vida para salvar millones de almas”.
Akropolis y Kaunas Arena
Cuando anocheció puse rumbo al hotel para hacer el check-in, aparcar el coche y salir a cenar. Mi alojamiento estaba muy próximo al Akropolis – el centro comercial más lujoso de la ciudad- y del nuevo estadio del emblemático equipo de baloncesto Zalgiris Kaunas con jugadores tan históricos como Sabonis o Jasikevičius.
El Akrópolis es un centro comercial de primer orden mundial. Nuevo, coqueto y repleto de tiendas internacionales es el lugar idóneo para ir a cenar la primera noche. En este lugar encontrarás múltiples restaurantes tanto de comida rápida como nacional e internacional. Puse rumbo al corazón del Akropolis a cenar y para mi sorpresa me encuentro una pista de hielo en el interior. Algunos de los restaurantes rodean una pista de hielo donde los pequeños y los no tan niños disfrutan de patinar en un lugar diferente. Es imposible encontrar un hueco próximo a la pista por lo que busco el interior de un restaurante de comida nacional y ordeno el zepelín, plato por excelencia de la gastronomía lituana.
Dónde dormir en Kaunas
Al realizar una ruta en coche por Lituania y Letonia buscaba un alojamiento céntrico, con desayuno incluido, no menor a cuatro estrellas y con parking gratuito propio. Las opciones no eran muchas pero en booking encuentro el Best Baltic Hotel que además cuenta con piscina, spa y sauna gratuita a huéspedes (De 7-10 am) por lo que me pareció perfecto.
Era la primera vez que contaba con una habitación de hotel duplex y el precio 40 € me parecía una auténtica ganga. El desayuno era muy completo y variado incluyendo productos típicos del este y elementos nacionales como el Lietiniai Su Mesa que es un crepe de carne picada con queso que podríamos asemejarlo al Borek de la comida típica de Estambul o de otros lugares del extinto Imperio Otomano como Sarajevo, además de productos occidentales propios de nuestra gastronomía. El café es realmente delicioso y también incluye fruta.
Tours en español en Kaunas
En el momento de la actualización de este artículo (Agosto 2019) no existe la posibilidad de realizar tours en español por Kaunas. Sin embargo, si es posible reservar tours en nuestro idioma en otros lugares del país como Vilnius, Klaipedia, Trakai o Pervalka. Si deseas realizar tours en español en Lituania no te pierdas el siguiente link (Tal vez tengas suerte y ya haya en Kaunas!).
Conclusión de qué ver en Kaunas en un día
Considero que Kaunas es una ciudad ideal para hacer un city break o una escapada por el país. La conexión directa que contamos desde algunos aeropuertos españoles como Alicante o Palma de Mallorca lo hace un destino apetecible y accesible. La falta de turismo en Kaunas lo hace ideal para los que busquen experiencias primarias.
Viajar a lugares donde no existan muchas más cámaras que la tuya y donde prime la autenticidad en toda regla desgraciadamente no es muy común y menos en la Unión Europea. Kaunas no cuenta con ningún monumento o lugar emblemático pero el conjunto de la ciudad y su gente la hace especial. Por ello, te animo a visitar Kaunas y disfrutar de la experiencia lituana.
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Hermosa ciudad de Lituania. Muchas gracias.
Gracias a ti por el comentario.
comentario muy trabajado y con la sensibilidad de un viajero y no la turistica de ver mucho para contarlo
Muchas gracias Maria Dolores. Fue un viaje muy esperado y en el plazo de dos meses viajé dos veces. Todo el ESTE me fascina e intento plasmarlo. Me alegro que te haya gustado el artículo qué ver en Kaunas, un saludo!