Viajar a Albania, el secreto mejor escondido de Europa.
Viajar a Albania: También conocida como «Tierra de Águilas», o «Tierra de Montañas Blancas», este país mediterráneo y balcánico, es uno de los grandes enigmas que quedan por descubrir en Europa. A medio camino entre Grecia, Serbia, y Montenegro (os recomendamos el artículo viajar a Montenegro), esta nación ha sabido no solo sobrevivir en una región tan convulsa, sino integrar para sí los elementos de todas las civilizaciones que por estas tierras de gran valor estratégico pasaron, creando un entramado social y de convivencia, y un microcosmos tan complejo, variado, rico en sus formas y diversidad, y único, que el resto del mundo ha pecado de dejar de intentar entender “quién” es Albania, y ha preferido, en muchos casos, sustituir este desconocimiento por grandes clichés y perjuicios. A continuación os mostramos qué ver en Albania con los mejores planes para recorrer este maravilloso país.
En este post trataré de arrojar algo de luz a este rincón desconocido de Europa, tan importante para la estabilidad de los Balcanes y para comprender qué es o debería ser Europa, que paulatina pero decididamente, desea darse a conocer al mundo y abrirse a él, desprendiéndose de las tinieblas y oscuridad del desconocimiento que años de aislamiento han provocado sobre una de las pocas joyas que aún quedan por descubrir en el continente europeo. Así que, empecemos con una perspectiva histórica para situarnos. La explicación histórica que presento a continuación puede que sea algo extensa, pero considero que es de vital importancia para comprender la complejidad y exotismo de este país para concebir que viajar a Albania es sentir gran parte de la historia europea. En todo caso, trataré de sintetizarla lo máximo posible.
Albania, nación de fronteras
Territorio ampliamente codiciado por todas las grandes potencias, Albania siempre trató de adaptarse a cada situación, manteniéndose el pueblo albanés unido independientemente de las divisiones que de su territorio designaban las grandes potencias.
En un principio fue un territorio donde se asentaron los Ilirios, zona posteriormente ocupada por griegos y romanos. Sin embargo, ya a finales del siglo IV tuvo lugar un acontecimiento que marcó la primera diferenciación de Albania que iniciaba su excepcionalidad en el marco europeo. Y es que en ese siglo se dividió Europa en dos, en el Imperio Romano de Occidente y en el Imperio Romano de Oriente. Cada uno estaba dominado por un emperador (en Roma o en Bizancio) y por un líder espiritual (Iglesia católica u ortodoxa). Y Albania fue el único territorio que territorialmente quedaba en manos del Imperio Romano de Oriente, pero bajo las órdenes del Papa de Roma. Esto trajo fuertes tensiones en ese territorio, cuña de contacto entre dos inmensos poderes y que dejaría en este país una gran impronta.
Durante la Edad Media, Albania estuvo bajo el poder de cuatro grandes señores. Éste fue el único momento histórico en el que la población albanesa estuvo en su totalidad dominada por gobernantes albaneses y que coincide con lo que los albaneses conocen actualmente como la Gran Albania, un territorio que excede las fronteras albanesas actuales, ampliándose a grandes partes de territorio griego, de montenegro, macedonio y Kosovo.
Posteriormente, tras pasar por manos venecianas y recibir la visita de los normandos, Albania fue junto a Serbia, uno de los principales centinelas de la cristiandad en esta región, ante el avance implacable del Imperio Otomano. De hecho, uno de sus líderes, Skanderbeg, fue toda una figura, asimilada en la época a Alejandro Magno, que representó esta defensa de la cristiandad frente al Imperio Otomano. Fue este líder precisamente, alabado a lo largo de la historia por hombres de la talla de Napoleón, Voltaire, o Isabel I de Inglaterra, quien usó la bandera de águila bicéfala, siguiendo la tradición bizantina (Imperio romano de Oriente), que ha llegado hasta nuestros días.
Sin embargo, finalmente Albania estuvo bajo dominación otomana durante 500 años. En ellos empezó a existir una importante conversión de albaneses a la religión musulmana. Esto supuso el germen de una sociedad formada por católicos, ortodoxos y musulmanes única y ejemplarizante, en el que las diferencias religiosas no supusieron motivo de división, sino un ejemplo que no fue seguido por algunos de sus vecinos que sufrieron múltiples guerras civiles. Fue esta tolerancia y respeto a las diferencias étnicas y religiosas, las que hizo que Albania sobreviviera a lo largo de los siglos, a pesar de estar constantemente dominada, y que ha dado al mundo figuras tan tolerantes, conciliadoras e internacionalmente respetadas, como María Teresa de Calcuta, premio Nobel de la Paz.
Durante este periodo de dominación otomana, los albaneses se distinguieron como el mejor aliado del Imperio Otomano, aportando sus conocimientos, soldados al cuerpo de élite otomano conocido como los jenízaros, y líderes como Mehmet Alí, sultán y padre del Egipto moderno.
Con la descomposición del Imperio Otomano, las potencias vecinas de Albania fueron adquiriendo paulatinamente parte de los territorios donde habían vivido tradicionalmente grandes poblaciones de albaneses, hecho que llevó a Albania a levantarse contra el Imperio Otomano, consiguiendo por primera vez su independencia, pero sin conseguir todos aquellos territorios que consideraba como propios, que habían sido adquiridos por sus vecinos.
Con un estado albanés ya independiente, éste fue ocupado de nuevo por Italia (al principio a través de un protectorado con el monarca albanés Zog I de Albania, y luego directamente bajo el rey italiano Víctor Manuel III), y tras la Segunda Guerra Mundial Albania se convirtió en un régimen comunista bajo el gobierno de su líder Enver Hoxha. Éste líder se autoproclamó fiel únicamente a Stalin, por lo que cuando Stalin falleció, rompió relaciones con la URSS, y pasó a apoyar a la China comunista de Mao, quedándose completamente aislado en Europa. Incluso posteriormente, también rompió relaciones con el régimen chino, quedando ya aislado de todo el mundo. Y esta situación fue la que vivieron los albaneses hasta 1992, año en el que se celebraron las primeras elecciones democráticas, siendo Albania el último país europeo en tener un régimen comunista.
Vemos pues que la experiencia histórica de Albania ha sido verdaderamente única, que para lo bueno y para lo malo, no se ha guiado por los parámetros generales del resto de países, siendo la excepcionalidad la nota que ha caracterizado a este país a lo largo de toda su historia. Una excepcionalidad a veces buscada y otras veces a las que se ha visto abocada y forzada. Albania ha sido siempre el verso suelto de Europa. Un verso sin el que se puede entender ni completar el poema que es Europa. Es por todas estas razones por las que siempre ha sido desconocida e incomprendida, pero que supone un tesoro por descubrir de conocimiento y comprensión única en Europa.
Qué ver en Albania y qué hacer, Ruta para visitar.
Visitar Tirana en 1 o 2 días. Primera gran parada en la ruta: Viajar a Albania
Se trata de la única localidad que supera los 150.000 habitantes de toda Albania, pues a diferencia del resto de países europeos, Albania es un país principalmente rural pero en cuya capital puede respirarse el aire urbano de cualquier gran ciudad de su entorno.
Por el día la ciudad sorprende por sus grandes bulevares, destacando el Bulevar Bajram Curri y el Bulevar Dëshmorët e Kombit. Andando por ellos uno se hace una pequeña idea de lo que es Albania actualmente. Flanqueado por edificios comunistas, edificios estatales propios del colonialismo italiano, y rascacielos modernos, encontramos pulcros parques, como el de la Plaza Skanderbeg, o restos de búnkeres que se asoman envejecidos a los nuevos cambios de la ciudad. Y por la noche, la ciudad destila luces de neón, miradores giratorios, discotecas, casinos, gente yendo y viniendo. Es en este momento del día en el que más se siente el espíritu urbano de esta ciudad.
Toda Tirana esta llena de pequeños parques con bares donde poder mezclarse fácilmente con la población autóctona. Tienen gran curiosidad por entrar en contacto con forasteros pues les resulta extraño ver a turistas, los cuales son muy bienvenidos. La hospitalidad es uno de los puntos fuertes de los albaneses.
El tiempo se para en esta ciudad, en los que pasear por sus rincones hace las delicias de los viandantes extranjeros. Tirana, gracias a su distribución espacial, es muy intuitiva, y fácil de visitar. Entre sus edificios y a lo largo de los bulevares, encontramos pequeñas joyas históricas que nos dan constancia de todo lo sufrido y vivido por el pueblo albanés. Albania estuvo durante muchos años aislada del mundo y bajo una autarquía, de ahí que desarrollara un estilo arquitectónico y cultural único y propio, razón por la cual Tirana no se parece a ninguna otra capital europea. Esto lo podemos ver en sus constricciones y obras de arte.
Es una ciudad que puede visitarse en uno o dos días, pero que tiene elementos interesantes, sobre todo porque la arquitectura de la ciudad, y la combinación de todos sus elementos, hacen que sea particularmente extraño o exótico.
- Actualización 2020: Qué ver en Tirana en un día o dos días.
La Pirámide de Tirana
Edificio rocambolesco construido en el centro de la ciudad. Fue diseñado por la hija de Hoxha, y es un Centro de Cultura. Sin embargo ha estado abandonado la mayor parte de su historia y despojado de su revestimiento de mármol. Durante todo este tiempo ha sido museo, discoteca, centro de operaciones humanitario, lugar de radiofrecuencia, etc. y se ha planteado derribarlo en varios ocasiones.
Pirámide futurista, actualmente su función más común es la de tobogán gigante, donde los niños se deslizan por una de sus inclinadas rampas laterales. Sin embargo, las vistas desde arriba de la Pirámide no tienen ningún desperdicio. Ahora bien, no se recomienda subir a ellas por el estado del edificio, pero también es verdad que los niños suben por ella una y otra vez ante la indiferencia del resto de ciudadanos y de las autoridades. Este tobogán ha sido uno de los edificios más caros de Albania..
El Museo de Historia Nacional
Coronado por un mosaico con iconografía de corte comunista, el museo está bien diseñado, austero, y muy tranquilo. Es una buena oportunidad para dejarse sorprender por el legado histórico que guarda Albania. Gracias a este museo conocí la localidad albanesa de Butrinto, ciudad romana Patrimonio de la Humanidad.
La Casa de las Hojas
Desde esta casa, la Sigurimi, que era la policía secreta del Estado, controlaba las escuchas, envíos postales y llamadas de todos los ciudadanos de Albania durante la dictadura. Era un edificio por el que los albaneses sentían verdadero pavor, «cruzando de acera al pasar cerca del edificio» en palabras de la ministra de cultura, pues en él también estuvo la Gestapo y se llevaron a cabo torturas e interrogatorios durante el régimen. Actualmente es el Museo de las Escuchas.
La Mezquita e Et´hem Bey y la Torre Reloj
Esta hermosa mezquita es considerada la más bonita de Albania. Destaca su decoración exterior. El interior tan solo puede visitarse con visita guiada. Su decoración, por sus ilustraciones, es atípica en la cultura musulmana. De origen otomano, es uno de los edificios más antiguos de la ciudad. Supone un importante símbolo ya que, durante el comunismo, el régimen era oficialmente ateo, y se prohibió cualquier culto, y en 1991, la entrada masiva de ciudadanos en esta mezquita supuso un símbolo de la toma del poder por el pueblo, y de derrocamiento de un régimen.
Por su parte, el reloj, que está junto a la mezquita, fue un obsequio de las familias más ricas de Albania, que a principios del siglo XIX quisieron dar un signo de modernidad a la ciudad. Por un euro puede subirse a su mirador, donde puede disfrutarse de una bonita panorámica de la ciudad.
Otros lugares de interés en Tirana:
El Museo Mezuraj, el mirador de la Madre Albania (cementerio de la segunda guerra mundial), la Universidad Politécnica y de Arte, la Catedral ortodoxa «Resurrección de Cristo», el desconcertante barrio de la calle Eshref Frasheri y alrededores, el conocido como «mercado de los gitanos», y el barrio «Block» (donde vivía la élite comunista, aislado del resto de la ciudad pues su entrada no estaba permitida para el resto de ciudadanos).
Ruta para Viajar a Albania, lugares para visitar.
Pogradec
Hermosísima joya costera en el interior de Albania, esta localidad se encuentra en las orillas del lago Ohrid, declarado Patrimonio de la Humanidad por poseer una cultura histórica, fauna y flora únicas.
Lugar montañoso y costero, moderno y con reliquias históricas de diversas épocas, es en mi opinión, uno de los lugares esenciales a visitar. Perderse por sus estrechas calles de adoquines que irradian reminiscencias de un pasado mejor, hace a uno transportase a un lugar atemporal. Pasear por su paseo fluvial es tan sólo uno de los deleites de este lugar, en el que los sentidos se pierden por la mezcla de naturaleza y brisas que provienen al unísono del puerto y la montaña, en el que las llamadas a la oración de las mezquitas se mezclan con sacerdotes ortodoxos que suben y bajan por las principales calles, donde ruinas romanas junto a parques místicos, te invitan a perderte en sensaciones que solo un lugar como este ofrece.
Ajeno al turismo occidental y de masas, se trata de un lugar muy acogedor, en el que se realizan hermosas excursiones en barco por el inmenso lago o por los parajes naturales de los alrededores.
Justo en este mismo lago, pero justo en el lado opuesto, se encuentra la también hermosísima localidad macedonia de Ohrid, a la que se puede acceder en barco. Sin lugar a dudas, solo esta zona merece la pena visitarla durante al menos una semana. Es el lugar más escondido y místico, en mi opinión, de los Balcanes.
Esta ciudad se encuentra en la región de Korça. Además de Pogradec, también destacan los pueblos construidos en piedra de Voskopoja, Vithkuq o Dharda, y el homérico lago de Prespa (frontera con Grecia). Como curiosidad, esta región fue una república establecida por Francia, la República de Koritsa.
Lugares para visitar en Albania:
Para el que le gusten las playas, Saranda y Vlore pueden ofrecer una atípica oportunidad. La costa albanesa está poniéndose muy de moda, caracterizándose por sus golfos, cabos y pequeñas playas, a medio camino entre el mar Adriático y Jónico.
Y otros son la inquietante ciudad de Durres, la curiosísima y coqueta ciudad de Shkoder, o Permet y su área circundante, lleno de aguas termales, parques naturales junto a vestigios bizantinos y otomanos además de la formidable ciudad romana de Butrinto. Por último, destacar también Gjirokaster y Berat, que son Patrimonio de la Humanidad, y que en el país existen 14 parques nacionales, por lo tanto, viajar a Albania puede ser una llave para descubrir lugares únicos y desconocidos en el conjunto del colectivo viajero.
Información práctica para viajar a Albania
¿Es seguro visitar Albania?
Tradicionalmente se ha considerado el país más inseguro de Europa debido a las mafias albanesas que operan en el exterior y por ser uno de los tres países más pobres de Europa. Sin embargo, desde mi experiencia, en cuanto a la seguridad no tuvimos absolutamente ningún problema, y es de la misma opinión todos aquellos que he conocido Como dije previamente, la gente es muy hospitalaria, algo que observarás desde el primer instante si decides viajar a Albania.
Es cierto que tuvimos un percance respecto al taxi en el aeropuerto. El taxista que se nos ofreció, era el único que tenía acreditación y un puesto especial entre todos los taxistas pues él tenía su propio puesto y privilegio para ofrecer sus servicios a los turistas, respecto al resto de taxistas. Y precisamente el único que nos intentó robar fue precisamente este individuo. Sin embargo, nada más llegar al hotel, nos dijeron que ese hombre estaba intentando estafarnos y ellos se encargaron de encargarnos un taxi de vuelta para el aeropuerto sin ningún tipo de trampa. Este tipo de actos levanta repulsa entre los propios habitantes albaneses.Más allá de esta situación, fuimos libremente donde quisimos y no tuvimos ningún problema.
¿Cómo acceder a Albania? ¿Cómo viajar a Albania?
El método más económico es paradójicamente el avión. Existen compañías de bajo coste. Sin embargo, acceder en tren es imposible, pues las conexiones férreas internacionales nunca han existido, siendo una vez más la gran excepción europea. Viajar en el interior del país en tren es posible, pero los trenes están muy viejos, son muy lentos, y en muchas ocasiones están oxidados y no tienen ventanas.
Otra opción es alquilar un coche, pero hay que hacerlo desde el interior del país, ya que la mayoría de compañías de alquiler de coches que operan en países vecinos no permiten introducir su coche en Albania, y la que lo permiten lo hacen a cambio de suscribir un seguro a un coste altísimo.Por otra parte, si eres ciudadano de la UE, se puede acceder al país sin visado.
Actualización 2020:
Decidimos viajar a Macedonia del Norte para disfrutar de unas vacaciones en el Lago de Ohrid durante la pandemia del Covid-19. Hoy en día ya no hay ningún inconveniente en cruzar con el carnet de conducir español e incluso sin tarjeta verde aunque es recomendable estar asegurados por lo que pudiera pasar. La frontera se ha agilizado mucho y se pueden visitar ambas orillas del lago en un día para disfrutar de ambos lados.
Curiosidades del país, viajar a Albania es aprender sobre sus costumbres.
- Albania cuenta con la mayor red de búnkeres del planeta, 500.000, o lo que es lo mismo, uno para cada seis habitantes. Actualmente algunos han sido transformados en cafeterías, discotecas improvisadas, tiendas, templos religiosos, o viviendas.
- En el norte de Albania existe lo que se conoce como el Código del Kanun. A través de este código, los familiares de un pariente asesinado, pueden vengar su muerte asesinando al asesino, salvo que este último decida quedarse encerrado en su propia casa. En este caso los familiares injuriados deberán respetar al asesino y no molestarle siempre y cuando no salga del hogar. Esta situación da a casos en los que ciertas personas llevan años de presidio voluntario en su propio hogar.
- Albania fue el primer país ateo del mundo, prohibiendo la existencia de Dios por ley. Fue un caso paradigmático de ateísmo de Estado. La propia Constitución no reconocía ninguna religión y promovía en su lugar «una visión del mundo materialista». Nombres religiosos fueron prohibidos, barbas de los imanes afeitadas, santiguarse una ofensa duramente reprimida, y libros sagrados en la hoguera.
- Un claro ejemplo de la tolerancia que existe en este rincón del mundo es el de la Virgen juramentada, caso único en el mundo. Se trata del respeto histórico e institucional en la sociedad albanesa, principalmente en el norte, a toda mujer que desea cambiarse de género. Ésta puede desempeñar la función del varón, pudiendo tradicionalmente vestir con ropa masculina, portar armas y ser tratada como un hombre. Para ello la interesada deberá hacer un juramento ante los ancianos de la comunidad.
- Se dice que Albania tiene uno de los mayores parques móviles de automóviles de lujo de toda Europa. En todo caso lo que si que tiene, es el mayor parque de Mercedes del mundo. Se ven por todas partes. Es curioso porque no es difícil encontrarlos con matrícula española.
- La Isla Sazan fue hasta no hace mucho la isla más militarizada del Mediterráneo, y un misterio para todo el mundo, pues su visita estuvo prohibida durante décadas. Desde el año 2015 se puede visitar, con playas vírgenes, cuervas marítimas o túneles donde hasta hace poco se escondía el armamento.
Conclusión sobre viajar a Albania
Como vemos Albania no deja de ser una paradoja. Los problemas más acuciantes de algunos de sus vecinos como el de la tolerancia interna, no ha supuesto históricamente un problema para este país, pero problemas graves que poco a poco han ido desapareciendo en la región, como la corrupción, el narcotráfico o que sea un país básicamente agrario, aun siguen aquí muy presentes, aunque existe espíritu de cambio.
Cuando la URSS empezaba a liberalizarse económicamente, Albania seguía siendo el país más centralizado y estatalizado de Europa y el único autárquico. Cuando toda Europa ya se había independizado del Imperio Otomano, Albania aun seguía bajo su yugo. Cuando en Europa se encerraba a la gente por su orientación sexual, en Albania se dejaba que las mujeres fueran hombres. Cuando Europa se reconstruía con casas, en Albania se construían búnkeres. Cuando durante la Guerra Fría las grandes potencias anunciaban la destrucción del oponente, Albania anunciaba la suya propia. Cuando en la UE el coche más vendido es el Volkswagen, en Albania es el Mercedes. Cuando algunos de sus vecinos eran Estados en busca de una mayor identidad, Albania tenía identidad pero le faltaba Estado.
Vemos pues la anomalía y singularidad histórica que ha supuesto Albania. Pero es precisamente en las tradiciones distintas a la nuestra donde debemos hacer especial hincapié, porque es ahí donde nacen distintas percepciones de entender la sociedad, la cultura, las relaciones interpersonales, y en el fondo al ser humano. Esas anomalías no son si no ventanas, oportunidades para, a través de la experiencia humana, cambiar aquellas pautas de comportamiento contrarias a la paz y el desarrollo. En este sentido, Albania aun tiene que hacer muchos cambios, pero el resto del mundo también debe aprender de este pequeño país. Sólo su larga historia y complejidad nos muestra como, en palabras del Papa Francisco I, este país sigue siendo a día de hoy un marco de tolerancia casi único en el mundo, en el que personas de distinta religión interactúan sin que esto suponga un obstáculos, donde la tolerancia a las ideas del conciudadano son respetadas y donde los matrimonios mixtos son una realidad, algo casi imposible en algunos países del entorno. El cómo se ha conseguido esto es tan sólo uno de los muchos misterios que guarda este país en su interior. Albania empieza a dejarse conocer al mundo, pero el mundo, y especialmente Europa, debe mostrar un mayor interés por esa zona del mundo. Conocerlo es descubrir un misterioso regalo que siempre ha estado ahí presente. Pero también es una gran suerte que, en medio de la globalización, aun existan territorios diferentes al resto, únicos en sus paisajes, tradiciones y modos de vida. Parece que una vez más la Tierra de las Águilas es ajena a los rápidos cambios que el mundo experimenta.
Si lo que buscas en algo nuevo, único, distinto, sorprenderte, la aventura, dejarte embaucar y descubrir los secretos que aun guarda la vieja Europa en su interior, aun existe escondida en las montañas blancas, allá donde surcan las águilas, una auténtica joya en bruto que espera ser descubierta, una joya orgullosa y tímida, presente e invisible, una joya cercana llamada Albania. Y es que, como dijo Churchill, los Balcanes producen más historias de las que podamos digerir.
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Fotografías propiedad de Shutterstock (excepto la del autor en la cima de la pirámide)
Muy buena introducción a un país tan cerca y tan lejos. Este texto me ha inspirado mucho y sobre todo me ha seducido muchísimo en mi próximo destino. Gracias.
Saludos.
Muchas gracias por tu comentario. Me alegra y hace ilusión que te haya gustado la introducción, y sobre todo que te haya inspirado y despertado la curiosidad por este rincón del mundo. Gracias a ti.
Un saludo
Hola. He encontrado este blog por casualidad y no he podido resistirme a la tentación de escribir.
Estuve en Albania el verano pasado, tengo la suerte de trabajar para una agencia de viajes y eso me permite conocer destinos que quizás de otra manera no me plantearía, y es una maravilla. Tirana es una ciudad muy humilde pero muy acogedora, con mucha vida en la calle, a todas las horas del día y de la noche. También estuve en la ciudad de Shkoder y en el valle de Theth.
Desde aquí animo a todas aquellas personas que les apetezca conocer un rincón totalmente diferente de Europa que se acerquen a Albania antes de que pase a formar parte de los grandes circuitos turísticos.
Un saludo.
Buenos días María del Mar. Muchas gracias por tu comentario. Lo cierto es que es una gran suerte trabajar en una agencia de viajes, y más aún si te permite descubrir rincones del mundo tan especiales como Albania. Completamente de acuerdo de que es un lugar totalmente diferente y que ahora es el mejor momento para visitarlo. Gracias por tu comentario 🙂