Son varios los destinos europeos en los que decido realizar rutas literarias. El viejo continente tiene la fortuna de ser un lugar elegido por los autores para muchas de sus novelas debido a su rico pasado. Dan Brown, autor de renombre internacional, ha publicado best sellers como «Ángeles y demonios» y «El Código Da Vinci» aunque en esta ocasión voy a recorrer Florencia tras los pasos de Dan Brown en la novela El Infierno. Enigmas, miedos, experiencias, aventuras, moral o reflexión son algunas de las palabras que encajan perfectamente en el transcurso de esta obra a través del personaje Robert Langdon.
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“Ésa era la ciudad en cuyas calles Miguel Ángel había jugado de niño, y en cuyos estudios había surgido el Renacimiento italiano; la ciudad cuyas galerías atraían a miles de viajeros para admirar El nacimiento de Venus de Botticelli, la Anunciación de Leonardo, o el orgullo de la ciudad: el David.”
Florencia en el Infierno de Dan Brown.
Florencia, capital de la Toscana y el arte renacentista del cuatrocientos, resulta más atractiva si vamos en busca de los rincones, las calles o los lugares mencionados en la obra donde la figura de Dante y la Divina Comedia están siempre presentes y no solamente a través de las líneas si no que la máscara mortuoria de Dante Alighieri es una de las pistas más importantes de toda la obra. ¿Te aventuras a viajar conmigo a través de las líneas?
La obra comienza el suicidio de Bertrand Zobrist desde la torre Badia.
Comenzaré mi crónica desde un hospital ficticio que puede estar situado en la Plaza de Miguel Ángel. En este lugar, el profesor Langdon se recupera de un balazo y antes de huir con la enfermera que le atiende, observa por la ventana lo siguiente:
En un mar de torres y cúpulas, una fachada iluminada dominaba el campo de visión de Langdon. El edificio era una imponente fortaleza de piedra, con un parapeto dentado y una torre almenada y con matacán, que se elevaba hasta los noventa metros de altura. Langdon se incorporó de golpe…Conocía bien esa estructura medieval…Era única en el mundo”.
Corredor Vasariano
Siguiendo los pasos de Dan Brown en el Infierno, nos trasladamos a los jardines Boboli justamente al lado del Palacio Pitti, la razón es porque en este lugar hallaremos el corredor Vasariano. Dan Brown utiliza este lugar y no es una capricho casual. ¿Cuál es el motivo? En este sitio existe una cantidad importante de colección de obras de arte. Éste pasadizo «secreto» conduce hasta el Palacio viejo de manera subterránea para no ser visto por la ciudadanía. Hoy en día se encuentra cerrado al público.
«Langdon la condujo a la izquierda y comenzaron a descender una pronunciada pendiente. Al salir de la arboleda, el Palazzo Pitti quedó a la vista.
—No está mal la casita —susurró Sienna.
—Sí. Discreta, como les gustaba a los Medici —respondió Langdon irónicamente.
Puente viejo
Como no podemos utilizar el pasadizo decidimos que la mejor manera de continuar nuestros pasos a través del libro Infierno en Florencia es cruzando el Puente Viejo de la ciudad. En apenas unos cinco minutos nos encontramos con la siguiente parada:
“El Palazzo Vecchio parecía una gran torre de ajedrez. El imponente edificio, de robusta fachada y sólidas almenas cuadrangulares, estaba convenientemente situado en la esquina sudeste de la Piazza della Signoria…Su inusual torre, que se elevaba en el centro de la fortaleza, destacaba en el perfil de Florencia y se había convertido en un inimitable símbolo de la ciudad.”
Miguel Ángel
Aquí el protagonista lamenta no tener la oportunidad de ver al verdadero David de Miguel Ángel pues en este lugar se encuentra una réplica a tamaño real.
Voy a irme de Florencia sin visitar el David.- Tras disculparse en silencio con Miguel Ángel, volvió la mirada hacia la estación de tren que tenían delante y se puso a pensar en Venecia
Una vez dentro del palacio se dirige al Salón de los Quinientos en busca de la pista Cerca Trova que se halla en la Batalla de Marciano.
El tamaño de esa tremenda confrontación militar era descomunal: quince metros de largo y más de tres pisos de altura. En tonos marrones y verdes, la enorme pintua mostraba una violenta colisión de soldados, caballos, lanzas y estandartes en una ladera pastoral… – Vasari, Vasari -susurró Sienna-. ¿Y en algún lugar de este mural se encuentra un mensaje secreto?…CERCA TROVA Lo veo!-exclamo Sienna, señalando el cuadrante superior derecho, justo el lugar exacto…. Langdon deseó tener unos ojos más jóvenes.”.
Desde aquí caminando entre las callejuelas nos encontramos con la Chiesa di Santa Margherita, o más conocida como la Iglesia de Dante, el poeta más glorioso de la historia italiana vio por primera vez a Beatrice Portinari en este santuario y según cuenta la leyenda estuvo enamorada de ella durante toda la vida.
“Langdon se volvió instintivamente hacia la izquierda y echó un vistazo a la modesta tumba de Beatrice Portinari…»
Hoy en día, la principal razón para visitar esta pequeña capilla es la tumba de la amada de Dante. A los pies de la tumba encontrarás una cesta de mimbre donde los visitantes dejan sus letras de amor para encontrar el amor verdadero y alguien para toda la vida como le hubiese ocurrido a Beatrice. Me he tomado la licencia de denominar y disculpad mi atrevimiento »la tumba del verdadero amor».
Catedral de Florencia
Por último, nos vamos hasta el lugar más impresionante de toda la ciudad, la plaza de Il Duomo. Aquí el personaje nos describe la catedral y en concreto la cúpula de Brunelleschi perfectamente realizando un estudio perfecto de los colores que la componen. En este instante debe resolver el acertijo en los frescos de Giorgio Vasarí. Una vez termina con su tarea, se traslada al al baptisterio de San Juan a través de la puerta que el gran Miguel Ángel exclamó al presenciarla por primera vez:
«es una obra divina, digna de ser la Puerta del Paraíso».
“Aunque Langdon lo consideraba uno de los edificios más impresionantes de Florencia, su localización siempre le había parecido un poco injusta. En cualquier otro lugar del mundo, ese edificio habría sido el centro de atención. Allí, sin embargo, a la sombra de sus dos colosales estructuras hermanas, daba la impresión de ser el más insignificante del grupo..”
Una vez abandonado el Baptisterio ponen rumbo a Venecia desde la estación de trenes de Santa María Novella, aunque finalmente la obra concluirá en Estambul.
Espero que os haya gustado este paseo literario por Florencia siguiendo los pasos de Dan Brown en la novela Infierno. Leer puede resultar muy atractivo y en mi caso personal muy interesante a la hora de decidir sobre nuevos destinos. Si lo deseas, aquí os dejo más referencias artísticas a ciudades.
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