Después de duros meses de trabajo necesitaba una desconexión en toda regla y desde el momento en el que puse un pie en la recepción del hotel Cordial Mogán Playa, me di cuenta que recuperar mi equilibrio y relajarme iba a ser un desafío posible. Una amable recepcionista, con una gran sonrisa y con mucha labia me hizo reir a carcajadas nada más llegar al hotel.
¡Un jardín tropical perfectamente ligado al hotel!
Según camino hacia mi habitación, con ayuda del botones del hotel, descubro que mas que un hotel es una genuina experiencia Zen. Siento que estoy en el interior de un jardín tropical. El botones me explica que estoy en el bloque 6, pero que recorra el resto de bloques, ya que cada uno de ellos posee un jardín totalmente diferente. Me indica que el hotel tiene más de 450 especies de vegetales repartidos en 10.000 metros cuadrados. Este era el camino que hacía cada día para salir del hotel y pasear por Puerto Mogán.
Decido hacer caso al botones y me sorprendo con un resort con pretensiones de jardín botánico, cuyos plataneros trepan hasta los balcones canarios que decoran los patios de cada bloque. Alrededor de los patios descansan más de 400 habitaciones acogedoras con un estilo muy de aquí.
¡Armonía y calma!.
Me cruzo con huéspedes que hablan bajito, respetando y respirando la calma que llega de la brisa de un océano que está a la vuelta de la esquina. A tan sólo 300 metros está la playa. En estas vacaciones quería huir de los hoteles de verano mega masificados y el hotel Cordial Mogán Playa me sorprendió mucho. A pesar de que éramos muchos alojados, como es tan amplio, podías pasear tranquilamente sin sentir el agobio de la gente.
Además tiene dos piscinas, una para personas que buscan relajarse, leer y desconectar (sin ruidos, ni música) y otra más animada para familias. Aún así en ambas se estaba muy agusto y era sencillo reservar una hamaca en primera línea de piscina.
Cada rincón me hacía sentir que estaba en Gran Canarias: las piedras y lajas incorporadas en las paredes del hotel, la exuberante vegetación, el bosque de cactus y el tono pausado y cantarín de los empleados del hotel que visten ropa tradicional canaria.
El hotel acoge un yacimiento arqueológico.
El hotel eran una gran experiencia en sí, porque también descubro una montaña abrupta y rocosa, cuyas entrañas guardan restos de aborígenes en una necrópolis que también se puede visitar, junto al poblado indio que se remonta a hace 900 años. Una de las mañanas, después de desayunar, decidí recorrerla en modo running. El camino está muy cuidado y desde arriba tienes unas preciosas vistas a Puerto Mogán. La montaña casi invade el resort, cubriéndole las espaldas en un feng shui natural. De nuevo, me invade la calma.
Un Spa chill out.
Una de las tardes, decido regalarme el capricho de dejar el móvil en la taquilla y adentrarme en el Spa Cordial Inagua. Primero paso a una sala de masajes cuya tonalidad de colores hace juego con las plantas tropicales que se ven tras el gran ventanal. Cierro los ojos, presto atención a la dulce melodía que suena y me dejo relajar con un masaje de aceites cítricos mientras intento aplicar lo que he aprendido sobre el mindfulness. Después del masaje paso al Spa, me encuentro con una piscina multichorros con unas increíbles vistas al jardín. Descubro que hay spa interior y exterior. En el Spa interior también encuentro diferentes duchas (escocesas, vichy..), la cabina de hielo, las sauna finlandesa y turca.
Salgo al exterior, disfruto del jacuzzy y de la piscina de flotación. ¡Esta experiencia era nueva para mi!. Me meto en la piscina y me dejo flotar. Veo que floto sin ningún problema y que además mis oídos quedan dentro del agua, así que cierro los ojos y entre el silencio intento dejar mi mente en blanco. Ese momento de calma es el que llevaba buscando en los últimos dos meses de trabajo. Siento que esto es un grado más de lo que se conoce como confort y relax. Finalmente, elijo una de sus camas balinesas y me relajo mientras tomo el sol y leo una novela desde mi Kindle. Cuando me doy cuenta el sol se esconde tras la majestuosa montaña y decido marcharme a cenar.
Desayuno y cena buffet.
Los desayunos para mi, eran perfectos, tenía todos los días una gran selección de panes, varios de ellos integrales y de semillas que los tostaba a mi gusto y los bañaba en aceite de oliva. Esa delicia la acompañaba con zumos detox. Zumos exprimidos a base de fruta fresca y agua (sin azúcar adicional). Un viaje a Costa Rica me hizo valorar los beneficios que obtengo al licuarme mis propios zumos y desde entonces no tomo zumos embotellados. Así que encontrarme todas las mañanas cuatro variedades de zumos licuados fue una grata sorpresa.
Cada noche comenzaba con una selección de quesos y una copa de vino tinto. El vino tinto de la casa era el Rioja Berona, un conocido vino crianza. Seguidamente me iba a la sección de cocina en vivo de pescado, tenía 2 o 3 tipos de pescado a elegir que me los cocinaban al momento (también tienen otra sección de carnes en vivo). Cada noche iba con la idea de seguir llevando mis hábitos de vida saludable pero he de confesar que había mucha variedad y demasiadas tentaciones para comer así que siempre acababa con unas papas con delicioso mojo picón y con varios pinchos de frutas bañados bajo la fuente de chocolate.
También me gustaría destacar que desde el restaurante de la piscina puedes disfrutar de un delicioso pescado del día a la plancha. Estaba muy jugoso y cada día ofrecían uno distinto.
Habitaciones.
Me despido desde mi amplia habitación, son ya las 23:00 y la cama me está llamado a gritos para que descanse. El colchón me atrapa y la almohada me hace caer rendida. Me asombra cada noche el silencio que se respira en mi habitación. Caigo rendida y relajada.
Me confieso ya enamorada de Mogán, un destino para los que, en un momento de nuestra vida, priorizamos volver a recuperar la calma.
Para más información del hotel os animo a que visitéis su página oficial. Desde este otro enlace podéis reservar con cancelación gratuita a golpe de clic.
Como habéis podido apreciar en estas vacaciones buscada relajarme y desconectar, buscaba vivir una auténtica experiencia Wellness en Gran Canaria. Si vais con la misma idea, echar un vistazo al artículo Wellness donde os detallo la ruta de Spas que hice por la zona.
Soy una enamorada de las Islas Canarias y he viajado en varias ocasiones. Aquí os dejo más información sobre otros viajes.