NAVAJAS, UN PUEBLO QUE ENAMORA
Desde los cuatro años estoy enamorada de #Navajas, un pueblecito del #AltoPalancia, testigo de mis veranos infantiles.
A él llegué por obra y gracia de la tos ferina de mi hermano y la generosidad del abuelo Eugenio que decidió comprar una villa para que pudiéramos veranear respirando aire fresco.
Pasé muchas décadas sin volver creyendo que mis recuerdos de niña habían inventado ese entrañable pueblo de pintorescas casas blancas y pastel que se mezclaban sin conflicto con flamantes villas que parecían sacadas de otra época.
¿Habría soñado quizás la plaza del pueblo custodiada por un olmo centenario que nos hacía sombra a la hora del aperitivo?: ―¿Qué tal Don Eugenio, y hoy hasta qué fuente han llegado? Yo entretanto le pedía a Mª Luz, la del bar Valencia, unas papas y una «Mirinda», que me bebía de un trago y que me dejaba la lengua teñida de naranja.
¿Eran reales las mañanas de senderismo, ¡había tantas rutas para elegir!, acompañadas por mi bastón cantarín que tenía tres cascabeles en el mango?
¿Sabía así de rico el bocadillo de tortilla hecho con huevos de corral que Ana, la casera, me preparaba y que jamás llegaba entero a las fuentes porque #Navajas me abría el apetito?
¿Eran así de frescas las tardes que obligaban a echarse una rebeca por los hombros nada más se escondía el sol?; y la leyenda de la joven que se ahogó en el salto de la novia, ¿era real o me la habría también inventado?; ¿y la cascada que parecía una cola de caballo con pelos de agua?…
He viajado por medio mundo sin saber si mis recuerdos de #Navajas eran veraces o meros espejismos de adulta que intenta endulzar su infancia perdida .
Cuarenta años más tarde y con muchos sellos estampados en mi pasaporte, vuelvo a #Navajas descubriendo con satisfacción que mi memoria no exageraba pues #Navajas es un fantástico destino turístico de interior que merece, ¡os lo aseguro!, ser visitado.
A tan sólo 45 minutos de Valencia y a 50’ de Teruel y Castellón, se encuentra #Navajas.
Si tuviera que buscar un titular para el pueblo escribiría: “el lugar donde la tierra y el agua viven enamoradas”.
El agua es un elemento omnipresente en #Navajas. El río Palancia, que actúa como eje vertebrador de la comarca, le regala a #Navajas idílicas playetas aptas para el baño (si es que aguantas el agua fresca), cascadas que practican salto de trampolín precipitándose a más de sesenta metros y multitud de fuentes que jalona caminos y que se convierten en rutas ideales para excursionistas noveles y familias con niños pues no entrañan demasiada dificultad.
Tan pronto dejes la autovía, te verás envuelto por la atmósfera rural de una tierra roja que pare olivos, cerezos y almendros, que cuando llega la floración se vuelven de un atractivo casi obsceno y que te vuelven irremediablemente «voyeur» pues no puedes dejar de contemplarlos.
Me alegra comprobar que #Navajas sigue siendo el paraíso de mi infancia y si me acompañas por este artículo, estaré encantada de ser tu anfitriona y animarte a que lo visites.
¿POR QUÉ NAVAJAS ES UN PUEBLO CON TANTO ENCANTO?
Además de su entorno natural, otro de los grandes atractivos de #Navajas reside en sus espléndidas quintas de finales del XVIII y principios del XX. Caprichos veraniegos encargados por florecientes comerciantes que huían del calor de Valencia y que tanto me recuerdan a las Villas de Benicasim o incluso a las del Lago di Como.
Cuando las visites, tal vez te ocurra como a mí y quizás llegues a escuchar la voz de la peinadora riñendo a la niña Victoria que no quiere hacerse la trenza; o a la señora de la casa exigiendo a la dama de compañía que no le quite el ojo a Matilde que anda medio «enamoriscanda» de ese joven militar que no tiene donde caerse muerto; o a Don Santiago que pasea con gallardía la calle que lleva su nombre, apoyado en un bastón con mango de plata más por pose que por necesidad.
Tengo que confesaros que fui una de esas privilegiadas que veraneó en una de esas villas de #Navajas, que aquí reciben el nombre de “huertos”. Así pues, cuando las niñas de los setenta soñaban con ser princesas, yo podía jugar de verdad a serlo pues vivía en un palacio color merengue que tenía un estanque con carpas tornasoladas que venían a darme los buenos días y a comer miguitas de pan de mi mano. La casa tenía unos portalones pintados de verde carruaje, un jardín francés con setos perfectamente recortados, un bosquecillo de bambús y una huerta que nos proveía de hortalizas frescas, aunque a mí lo que realmente me gustaba era recolectar fresas y comérmelas al instante.
Mi habitación era en realidad una espaciosa alcoba enfrentada al oratorio que olía a rosas que el abuelo Eugenio se preocupaba en mantener siempre frescas. En el sótano había una antigua cocina que usábamos para almacenar patatas y que tenía un porta-platos que me fascinaba pues permitía a los sirvientes de antaño subir las viandas hasta la planta noble, donde ahora teníamos el comedor y un gran salón con suelo de teselas y piano.
Las casas de alrededor eran igual de suntuosas que la mía pero como dicen los ingleses “mi casa era mi castillo”. Desde finales del XVIII las familias más acomodadas de Valencia tomaron por costumbre huir la canícula estival para instalarse tres o cuatro meses en este pueblo montañero de clima templado donde las aguas medicinales fluían por doquier garantizando la mejora del riñón, del sistema digestivo y la tonificación general del organismo.
Cuando llegues al pueblo sigue el cartel que reza #VillasdeNavajas y que te trasladará en tiempo real a la «Belle Epoque». Si eres de imaginación dura, no te preocupes pues existe en #Navajas una interesante iniciativa recreacionista de la que prácticamente participa todo el pueblo. Los vecinos se han cosido o han encargado trajes, ¡nunca digas disfraces!, de una asombrosa veracidad histórica, que utilizan para conmemorar efemérides especiales y que convierten #Navajas en un auténtico escenario de cine.
Así pues no te asombres si te encuentras con una sufragista exigiendo el voto femenino, o con varias adolescentes de ajustadas falda de tubo y sombreros de paja con flores que cuchichean con risa tonta o con la elegante dama que recuerda a las pintadas por Sorolla y que pasea del brazo de un inexpresivo caballero de traje de chaqueta, chaleco y bombín que aunque está veraneando se niega a perder las buenas costumbres…
Si te apetece ver una recreación pincha este vídeo que he encontrado en la red.
EL OLMO: TOTEM PROTECTOR DE NAVAJAS
Escribir de #Navajas me lleva irremediablemente a hablar de su olmo. El Olmo no es un árbol cualquiera, es el tótem protector del pueblo desde que fuera plantado por Roque Pastor en 1636.
El Olmo se asienta regio en su trono de piedra situado en la plaza principal de #Navajas, que es el centro neurálgico del pueblo, ¿adivinas de que nombre? por su puesto, la Plaza del olmo.
En invierno cuando #Navajas vive tranquila con sus 800 vecinos, el olmo escucha sus cuitas, sus “dimes y direstes” a la hora del almuerzo que aquí es contundente y que incluye bocadillo de embutido, vino de la tierra y un «carajillo» pues el frío así lo requiere. En Verano, el olmo tiene un plus de trabajo pues debe acoger bajo su sombra a los casi cinco mil vecinos y veraneantes que buscan su fresco después del baño en el río o al caer la tarde cuando la plaza se convierte en un bullicioso punto de encuentro de familias y amigos.
El olmo preside todas las efemérides de #Navajas: los toros, la proclamación de las reinas de las fiestas, las hogueras de San Antón, el Belén de Navidad que tiene su gracia pues incluye animales vivos provocando las sonrisas de los más pequeños…
¡Ay si el Olmo hablara!. Cuantas parejas han nacido de su abrazo celestino como la de José Antonio Torres y Adela Calatayud, quienes amablemente me han acogido este fin de semana para que pueda escribir este artículo.
José Antonio me cuenta más historias del olmo: ―¿Sabes que también es un olmo nutritivo?, me dice con ojos picaros, provocando mi inmediata curiosidad.
Me relata que a mediados de los años 30, el hambre azota #Navajas y obliga a agudizar el ingenio para poder comer. Los mozos deciden entonces “envaretar” el olmo, es decir rodearlo con varillas cubiertas con una especie de fibras de esparto impregnadas de una sustancia viscosa. Atrezzado de tal guisa, cuando llegaban los pájaros a picotear su tronco se quedaban pegados en él, proporcionando pequeñas raciones de carne a los vecinos. (Si quieres leer historias interesantes sobre el Olmo, te recomiendo que entres en este blog.)
¡Bello olmo inspirador!. No me extraña que te adoren, lo de aquí y lo de allí. Me sorprende encontrarme con muchos “de allí” que cansados del ritmo trepidante de París, Londres, Madrid…veranean o se asientan en #Navajas co-creando con los vecinos una intensa agenda de actividades culturales. Tienen clubs de teatro, coral, excursionismo, lectura…
Es precisamente en la Biblioteca donde surge la iniciativa de presentar en al olmo al Concurso Internacional de Árbol del Año. Carmen, me relata esta iniciativa popular con chispitas en los ojos. ―Es que ha sido preciosa la involucración de la gente. Todo el pueblo se ha volcado con donaciones, rifas y promociones espontáneas : ―Señora, ¿no nos daría Usted un voto para el olmo de Navajas?, dice un jubilado que se ha desplazado hasta Segorbe para ganar puntos como sea.
Hasta la peña valencianista ha ido al Mestalla para cantar ¡olmo, olmo! más fuerte que gol.
QUÉ HACER EN NAVAJAS EN DOS DÍAS
Si eres de #Valencia, #Castellón o #Teruel, #Navajas es un pueblo ideal para pasar un fin de semana rural con amigos, en pareja o en familia.
#Navajas cuenta con múltiples experiencias de destino para abrazar todos estos “targets” y más.
Os comparto LOS CINCO IMPRESCINDIBLES, que yo no obviaría si viniera a pasar un fin de semana a #Navajas:
1.-Descubrir Navajas a ritmo de Navajas
Te recomiendo pasear por #Navajas sin prisa, disfrutando de la majestuosidad sus casas señoriales de finales del XVIII y principios del XX, haciendo una parada imprescindible en la Plaza del Olmo para saludar a su árbol-totem y en la Iglesia para conocer a su Virgen de la Luz, patrona del pueblo y culpable de que la mitad de las niñas se llamen así.
2.-Visitar su torre de defensa
Después te aconsejo sigas dando una vuelta hasta llegar a la cilíndrica torre de Altomira, que está coronada por diez almenas y que es uno los bienes patrimoniales más antiguos de #Navajas. No puedo fechar su construcción con exactitud porque los expertos no se ponen de acuerdo, pero probablemente sea del siglo XI y habría servido de torre de vigía para avistar a moros o cristianos según quien ostentara su uso.
3.-Excursión al Salto de la Novia y la cascada del Brazal
El Salto de la novia está catalogado como uno de los 15 enclaves más idílicos de la Comunidad Valenciana. ¡Estoy totalmente de acuerdo!.
No hace falta que lleves cantimplora llena de agua pues por el camino te encontrarás dos fuentes: la del hierro y la de los trece caños, llamada así pues fue construida en homenaje a Alfonso XIII (yo de pequeña obligaba a mi padre a que esperara hasta que bebía de los trece caños).
La ruta comienza en el mismo pueblo con una parada delante del monumento de los novios, obra de Manolo Rodríguez escultor de #Navajas de fama internacional y que aquí tiene su casa, taller y museo; es asimismo el autor de la estatua de Vinatea en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia. La que ha hecho para #Navajas sirve de homenaje póstumo a esa pareja de enamorados que no consiguió superar el ritual local. Esta es su historia:
Cuentan los viejitos que hace muchos años existía la tradición entre los jóvenes casaderos de saltar dos piedras del río bajo la cascada del Brazal. Si el salto se producía sin incidencias, se prometía un matrimonio fértil y feliz. Ese día el río bajaba más cargado que nunca y su habitual voz cantarina sonaba a bostezo de león. Los enamorados, un poco por superstición, otro por presión social, decidieron dar el salto. La novia miraba cautelosa el río pero por nada del mundo quería arriesgarse a un matrimonio infeliz o a no tener descendencia. Así que haciendo acopio de valor, tomó carrerilla y saltó. El impulso no fue suficiente y quedó engullida por un remolino blanco que solo regurgitó espuma. El novio sin pensarlo saltó al agua para intentar salvarla, pero las ondinas del Palancia, que ese día debían tener hambre voraz, se tragaron a los novios quienes quizás, o al menos eso me gustaría creer, vivieron felices en algún otro lugar.
Esta leyenda atrae a numerosos curiosos aunque sin ella también se hubieran acercado pues el paraje es increíblemente bello e inspirador. Desde 60 metros de altura se precipita la cascada del Brazal que merece una foto, o si eres de los míos un momento de mística conexión con el entorno.
Si quieres continuar explorando el lugar sigue las indicaciones de la Ruta de Rascaña que te llevará hasta una antigua cantera de yeso. Esta ruta sí que requiere un extra de agua pues en total son unos 11 km. Puedes encontrar más info en este link: http://www.navajas.es/portal/descargas/municipio/agenda/ruta_rasca%F1a.pdf.
4.- Haz senderismo siguiendo la Ruta de las Fuentes
Puedes optar por la ruta completa de 12km que te llevará desde el pueblo hasta la fuente del lugar pasando por la torre, el mirador de Altomira, la fuente del Baño (que es el punto más emblemático de la ruta), la fuente de San Rafael, la fuente de la Gilda o nuestra Señora de la Salud y la fuente de la Bañola.
O quizás prefieras andar la versión light, como hacía yo de niña que va directa desde el pueblo hasta la Fuente del Baño.
La Fuente del Baño tiene unas aguas de altísimo poder curativo, que fueron el reclamo principal que llenó #Navajas de veraneantes acomodados que buscaban fresquito y salud. Hasta aquí llegaron confiando en el criterio del Don Faustino Vázquez, el doctor que analizó estas aguas y del doctor don Fernando Rodríguez Fornos, que las recomendaba a sus pacientes, llegando a la conclusión de que eran ideales para el aparato digestivo, urinario, para la piel y para la tonificación general. Es altamente probable que Goya viniera a tomar las aguas acompañado por su amigo Camarón, que era de Segorbe.
La ruta en cualquier de las dos versiones es encantadora pues te dirige por un paisaje de río, montaña y tierras rojas de cultivos que no tienen nada que envidiar a un bucólico cuadro de Monet.
Si quieres más información sobre las rutas de las fuentes pincha aquí: http://www.navajas.es/portal/descargas/municipio/agenda/ruta_fuentes.pdf
5.-Peregrinar a la Ermita de la Esperanza
La visita de este enclave es un «tres en uno»: Manatial, la ermita de la Esperanza y las ruinas del Convento de los Jerónimos.
El manantial visto desde arriba es una piscina con forma de jamón rodeado por un frondoso palmeral; un oasis a la española del que manan 500 litros de purísima agua por segundo.
Jaime I estableció el reparto de agua dividiendo su caudal en siete partes: cinco irían para #Segorbe, la población más grande y las otras dos para #Navajas y #Altura.
Por una larga escalinata se accede a la #Ermita de la Esperanza y a las ruinas del monasterio, que aunque se encuentran en término de Segorbe, son más accesibles desde #Navajas.
El peregrino que llega a la cima, recibe como recompensa una preciosa vista de #Navajas y #Segorbe que se ven acorraladas por el agreste paisaje de la Sierra de Espadán y por el más suave de la Sierra Calderona.
La ermita es de sencillo estilo bizantino pero lo importante no reside tanto en su valor histórico como en la devoción que despierta entre los vecinos de #Navajas, #Altura y #Segorbe quienes hacen periódicas romerías para solicitar ayuda y esperanza a la virgen del mismo nombre.
Del Monasterio levantado a finales del siglo XIV, desgraciadamente sólo quedan ruinas, que dejan entrever que el lugar debió de ser un importante remanso de cultura y espiritualidad hasta la desamortización.
QUÉ HACER EN NAVAJAS CUATRO DÍAS
Si no eres de #Valencia, #Castellón o #Teruel y/o puedes disfrutar de una escapada más larga, te recomiendo que sigas escogiendo #Navajas como campamento cero desde donde seguir descubriendo el resto de la comarca del #AltoPalancia.
A la propuesta de «que hacer en dos días en #Navajas», te sugeriría añadieras la visita de estos pueblos vecinos llenos también de verde, agua y encanto.
- #Segorbe, la Segobriga de los romanos, es una ciudad histórica que todavía conserva calles adoquinadas, casas arracimadas, palacios con blasones y un trazado curvilíneo que deja patente su herencia musulmana. Es imponente su catedral-basílica. Es la ciudad más grande de la zona y quizás merezca le dediques más tiempo.
- #La CuevaSanta de #Altura, es una imponente gruta en donde se ha construido un santuario subterráneao dedicado a la Virgen de la Cueva que se apreció a unos pastorcillos del lugar. ¿Has cantado alguna vez “que llueva, que llueva la Virgen de la cueva? pues sin saberlo te has aclamado a esta advocación y a este lugar.
- #Jerica, a quién muchos definen como“la bien amurallada” por su imponente tapiz de piedra que circundan el casco histórico, es otro MUST de la zona. Sobre el resto de edificios resalta orgullosa su torre mudéjar.
- También es interesante acercarse hasta el #PantanoDelRegajo, que aunque oficialmente es término de #Jerica, tiene mejor acceso desde #Navajas. En él se pueden realizar actividades de multi-aventura como paseos en kayak, rutas de escalada o puenting para los más atrevidos. La joya de las actividades es la “vía verde de Ojos Negros”, una preciosa ruta que transcurre por una veintena de túneles, puentes, y el propio pantano que ofrece maravillosas vistas a la sierra.
- #ViverDeLasAguas, su nombre ya adelanta los magníficos paisajes de río que te vas a encontrar, desde donde parten interesantes rutas de diferente dificultad.
- #Caudiel es el pueblo de los cerezos que en la floración queda pintado de rojo vino. No dejes de ver el impresionante el retablo barroco del Camarín del Santuario de la Virgen del Niño Perdido.
Santuario de la Virgen del Niño Perdido en Caudiel
Escrito por Cristina Monzón - @cris_si_viajaAGRADECIMIENTOS
A José Antonio Torres y su esposa, la pintora Adela Calatayud que con tanta maestría retrata Navajas y que me acogieron en su casa contándome mil y una anécdotas del pueblo.
A los fotógrafos Enrique Aviñó y Antonio Querol quienes nos han cedido las mejores fotos de este artículo.
A Carmen, José, Paqui y resto de voluntarios que participaron en la recreación y que me permitieron fotografiarlos y hacerles preguntas y más preguntas sobre #Navajas.
Qué bonito post! Y que envidia sana me da, el que fueras privilegiada de veranear en un casa Palacio de allí!! Me encantaria poder entrar a una de esas casas para verlas por dentro y sus jardines.