¿Cómo sobrevivir a la mafia y a la policia corrupta en un viaje ? Consejos prácticos de experiencias reales

¿Cómo sobrevivir a la mafia en un viaje? Consejos prácticos de experiencias reales

Debido a mis experiencias por el mundo he tenido situaciones curiosas con organizaciones creadas tras el desorden y el caos en países de nueva creación.

El Padrino.
El Padrino.

A través de este post, mi propósito es daros unos datos prácticos a tener en cuenta si tenemos este tipo de situaciones, os escribiré como actué y como debería actuar una vez que reflexioné sobre el tema.

  • Caso 1: (Momento light pero sorprendente)

Me encontraba en la estación de autobuses de Lvov (Ucrania) ya que mi próximo destino era Chisinau (Moldavia), a la hora de pagar el billete me dice el precio oficial y después me escriben por detrás y en lápiz otro precio, dado mi asombro me pongo a preguntarle a la taquillera y me responde gritando en su idioma y solo entiendo una palabra MAFIA.

En Lvov, antes del ''primer encuentro''
En Lvov, antes del »primer encuentro»

Me giro a ver a mis compañeros de ruta y todos nos quedamos boquiabiertos y un poco helados, seguimos preguntándole y nos vuelve a ocurrir lo mismo, no fue hasta que vino a una chica joven y nos explicó en inglés que entre la frontera de Ucrania y Moldavia operan mafias en los autobuses y hay que pagarles un tributo por la seguridad y es algo que todos hacen (cosa que vimos más adelante). Pero… este dinero no teníamos que pagarlo en la taquilla sino directamente »pasarían a recogerlo al autobús».


¿Cómo actuar? Tal y como hice, preguntar, conseguir información y esperar…

  • Caso 2: (El momento más fuerte)

Nos subimos al autobús y este arranca, pensamos »que bien, se han olvidado de cobrar la mordida, eso que nos hemos ahorrado»  . De repente el autobús se desvía y nos lleva a una carretera donde no hay coches y se detiene en medio de la nada en un lugar donde solo hay un cajero escondido entre los matorrales, en ese momento, aparece un armario de 2 metros rapado con cara de pocos amigos con una persona bien  vestida de 1,70 y bastante educado,  van asiento por asiento cobrando el tributo (Que triplicaba el precio del billete), hasta que llegan a nosotros, y les comento a mis compañeros, no os preocupéis dejarme a mi que yo me aclaro, y utilizo la técnica de »hacerme el extranjero tonto», me habla en un perfecto inglés, intenta con varios idiomas (reconozco que no se cuales) y después de bastantes minutos, me pregunta que de donde soy y que idiomas hablo y le comento: Español, Valenciano  y Portugués y me dice que no me preocupe que un momento.

Estación principal de autobuses de la capital de Moldavia.
Estación principal de autobuses de la capital de Moldavia.

Veía como el rapado estaba empezando a ponerse muy nervioso y me miraba con »mirada asesina» pero pensaba… »soy ciudadano de pleno derecho de la Unión Europea, no creo que me pase nada y que estas mafias se arriesguen a hacernos algo y que haya una especie de conflicto diplomático ya que  a Ucrania no le interesa por la Eurocopa y su posible futuro en la UE», pero en ese momento se acerca Dimitri (le apodé así, no me pregunten porque je je) con un móvil  y me dicen en un castellano mezclado con acento ruso, pero bastante claro »Tú, gilipollas que haces? si no quieres problemas…» y ahí le devuelvo el teléfono a Dimitri  y mis compañeros me dicen que estoy tensando en exceso la cuerda y que pague, en ese momento veo como Dimitri se pone a chillar por teléfono y a ponerse la mano en el corazón como sinónimo de disculpas y le hace un gesto a la persona educada, apodado por nosotros como »Iván el pacífico» que no me cobre el dinero.

En ese momento recaudo el dinero de mis compañeros y me dispongo a dárselo y se me ocurre la última perla »Hacéis descuento para estudiantes?» (en inglés), y veo como Iván se empieza a poner nervioso, me dice que si que hablaba inglés y porque le decía eso de estudiantes y le respondo que como veo una lista de precios pues… pensaba que si, acto seguido cojo la mano de »Iván el pacífico» le abro la mano, le doy el dinero y cierro el puño, es una técnica que me enseñó en ese momento uno de mis compañeros y sirve para cerrar tratos, así que… a partir de ahí nos esperaban 17 horas con estos monstruos, que infierno!

imagen de un tren entre Moldavia y Ucrania (preferimos volver en tren...)
imagen de un tren entre Moldavia y Ucrania (preferimos volver en tren…)

¿Cómo hubiese actuado? Allá donde fueres haz lo que vieras, si los locales están pagando y es algo socialmente aceptado no te queda más remedio que hacerlo.  Para la próxima, tampoco es positivo estar mareando a mafiosos porque uno no sabe como puede acabar.

Ya… Jesús tu historia está muy bien pero… ¿alguien no pagó? .  En efecto… hubo un matrimonio rumano (estaban sentado al lado nuestra y vi sus pasaportes) que no pudieron pagar el tributo, una vez arrancó el autobús Dimitri cogió al marido y lo tiro en marcha por la cuneta, mientras que a la mujer le tuvo de pie durante 17 horas, no le dejó sentarse, excepto al final del trayecto, en las últimas 2 horas que se desmayó de agotamiento y fue cuando »Ivan el pacífico» decidió tumbarla en el asiento de detrás.

pd: Rumania es miembro de pleno derecho de la UE, menos mal que pagué y me dejé de tonterias, »con la mafia no se negocia» :).

Timisoara, Rumania
Timisoara, Rumania
  • Caso 3 (A priori hubiese sido el más fuerte, fue light pero muy impactante)

Desde Chisinau la capital de Moldavia, nos dirigimos a Tiraspol, la capital de Transnistria, un pseudo-país que es el último reducto de la Unión Soviética y es el refugio de los dirigentes de la mafia rusa, os recomiendo leer mi entrada que visitar en Transnistria antes de seguir leyendo para comprender un poco todo.

Transnistria 66 años de comunismo (en 2011)
Transnistria 66 años de comunismo (en 2011)

El viaje en carretera fue el peor que recuerdo, había tantos agujeros y baches que en un momento dado me di con la cabeza en el aire acondicionado del autobús, pero…. vayamos a lo que importa :).   Una vez llegamos allí nos reciben con tanquetas y arsenal de guerra, el autobús se detiene y suben dos militares que empiezan a pedir pasaportes, recuerdo con asombro cuando empiezo a ver que la gente que estaba sentada en el autobús lleva pasaportes de la Unión Soviética ¿No había acabado hace 20 años?, pues escritos a boli con sus fotos…  y llega un militar que portaba una hoz y martillo en su gorra y tras analizar los pasaportes nos apunta con el arma (de manera »amigable») y nos saca del autobús ya que no teníamos »visado» para entrar al país.

Unión Soviética en Transnistria
Unión Soviética en Transnistria

Nos llevan a una cabina donde una amable funcionaria nos dice que no podemos entrar al país ya que carecemos de visado, le contesto que no tenemos ese papel porque en nuestro país no hay embajadas de Transnistria y que no hemos podido gestionarlo, pero que nos gustaría ver mucho un país comunista por nuestros pensamientos(fue una excusa para que nos dejasen entrar), tras decirnos varias veces que no ojea mi pasaporte y dice ¿Jesús?, y empieza a reírse y a enseñárselo a otros compañeros,me dice que nunca ha conocido a nadie que se llame así que le parece muy curioso y que nos da 3 visados para visitar Tiraspol en 12 horas y que no apuremos más allá de esas horas.  Una vez dentro nos pareció un país bastante seguro y me encantó conocer ese »país» durante esas horas.

Plaza Principal de Tiraspol, UN TANQUE!!!
Plaza Principal de Tiraspol, UN TANQUE!!!

¿Qué hubiese pasado? He leído de todo en Internet, cosas buenas como nos ocurrió a nosotros y otras no tanto, hay a personas que la meten en los calabozos y si no pagan un determinado tributo no les dejan entrar y los llevan a un interrogatorio exhaustivo si creen que pueden ser americanos…

Además… experiencias reales de otros bloggers con encuentros mafiosos, extraños o mordidas policiales.

Nuestro contacto con la mafia fue un contacto inesperado y totalmente inconsciente, pero inconsciente de verdad. Habíamos llegado a Kaunas, en Lituania ya de noche. desde la estación de autobuses y cargados con nuestras mochilas empezamos a andar sin mapa buscando nuestro alojamiento. En un momento del camino cruzamos un parque, y al poco, encontramos nuestro hostel. Tras dejar las cosas salimos por ahí a comer algo sin una idea fija, y tras la cena, a tomar una cerveza, y tras la primera, muchas más, por distintos lugares. Al final la noche se alargó más de lo corriente, pero no pasó nada más allá de que en uno de los bares notamos que no éramos bien recibidos. Malas caras y miradas nada amigables hicieron que bebiéramos algunas cervezas a velocidades excesivas. Al acabar la noche nos fuimos a dormir ya que al día siguiente teníamos un free tour pronto.
Fuente y parque de Kaunas
Fuente y parque de Kaunas

Y en ese freetour fue cuando se destapó la sorpresa. La chica nos comentó que el parque por el que habíamos estado deambulando estaba tomado por la mafia y en que a veces lo usaban como campo de tiro. Por otro lado, uno de los bares en los que habíamos estado de cervezas (si, el de las malas caras y las miraditas) era centro de reunión de esta gente. Y por último nos comentó que un alojamiento que estuvimos a punto de reservar (No recuerdo el nombre, y al final no reservamos) era una «trampa» sobretodo para estudiantes Erasmus, que llegaban a la ciudad a esa residencia y se encontraban que casi no podían ni bajar a la calle pues en la misma puerta se encontraban con toda esta gente con todo lo que ello conlleva.  Lo nuestro, no se trata de un contacto directo, aunque sí un acercamiento. Involuntario, por supuesto!! Por cierto, la chica lituana del freetour flipó en colores cuando le contamos que habíamos estado de cervezas por esos lugares y deambulando por el parque de noche.

Durante mis viajes he tenido varios encontronazos con la policía, y no precisamente por ser yo el ladrón. Recuerdo una ocasión en Maputo, la capital de Mozambique, en la que varios amigos no cumplimos una premisa vital «no circular por la noche en la ciudad cuando anochezca». Ahí, como lobos en busca de su presa, cinco policías nos hicieron detener el vehículo en una calle vacía y completamente armados, sujetando sus kalashnikov, nos dijeron que habíamos «transgredido las normas de circulación». Obviamente era falso pero nos dimos cuenta que lo que querían era nuestro dinero, 1000 euros concretamente. Entonces, mostrando una serenidad totalmente falsa, dijimos que habíamos venido a ayudar en una ONG, que era nuestro primer día y que no llevábamos apenas dinero. Un policía me miró, y con un aliento a alcohol que tiraba para atrás, volvió a pedir dinero. Le ofrecí 10 dólares de compensación y terminó pidiendo 50 en total, y además se comprometía a ayudarnos a llegar a nuestro hotel.

Mercado de Maputo , Mozambique
Mercado de Maputo , Mozambique

Era eso o quedar a expensas de la mafia policial mozambiqueña. Pagamos y nos marchamos. El truco, creo que fue, aguardar pacientemente, intentar buscar la empatía de los corruptos hablando sobre España, el fútbol… y, muy importante, que no te vean nervioso. De esa manera me he librado de otras multas o malos rollos con la policía en varios países. Los ex-URSS y África son muy propensos a tener un cuerpo de seguridad corrupto que se aprovecha de los viajeros.

Cuento más sobre el capítulo mozambiqueño en esta entrada  

«Nuestra pequeña anécdota tuvo lugar en Doboj, una pequeña ciudad de Bosnia. Hay pocos motivos para visitarla, pero quedaba de paso en nuestra ruta Sarajevo-Zagreb y paramos a hacer noche porque nos enteramos de que había un partido de balonmano del Barça.
Doboj , Bosnia-Hezergovina
Doboj , Bosnia-Hezergovina

Cuando entrábamos a Doboj, una avispa se coló en el coche y le soltó un picotazo a Lupe, mi pareja. Es algo muy doloroso, como sabréis, así que paramos el coche frente a la primera farmacia que vimos. Yo, que era el conductor, ni siquiera entré. La acompañé a la puerta y me giré de nuevo hacia el vehículo. Para mi sorpresa, cual ninja en la noche, un policía se había plantado allí con su libreta y tomaba nota de la matrícula. Él no hablaba ni gota de inglés, pero entendí que tenía que pagar y, sobre todo, retirar el coche inmediatamente (de una avenida enorme donde no molestaba a nadie). Me negué a hacer nada hasta que volviera Lupe y luego accedimos a seguirle hasta una callejuela más apartada. Allí tiramos de todos nuestros recursos para librarnos de la multa y finalmente creo que triunfamos por dos cosas: porque le dijimos que veníamos a ver al Barça desde España con nuestro propio coche (como si hubiera sido el objetivo del viaje y no una mera casualidad) y por las lágrimas de cocodrilo de Lupe, que tiene la habilidad de llorar cuando quiere… y más si le acaba de picar una avispa.»

Viaje por Tanzania y Kenia (agosto-septiembre 2013):

¿Coger una moto para dar vueltas por Zanzíbar a nuestro aire? Suena el plan perfecto, a no ser que te topes cada dos por tres con «controles» de policía… Así que, felices como íbamos en nuestra scooter en dirección a las preciosas playas del Este de la isla, nos vimos de pronto que cruzaban por la carretera unos preciosos monos de pelo rojo (los colobos rojos de Zanzíbar).

¿Qué harías tú en este caso? pues parar a verlos y, de paso, tirar unas cuantas fotos pero… ¡la primera en la frente! vimos acercarse en bici lo que parecía ser un guarda forestal que resultó que ni protección al medio ambiente ni nada, únicamente quería su propina para proteger su propio medio ya que la infracción de para había sido «tremendamente grave».

Zanzibar
Zanzibar

El viaje, que ya había empezado a torcerse, terminó de empeorar cuando dos nuevos agentes de la ley nos pararon para un control de la documentación. No sirvió ni el carné internacional de conducir ni el propio documento que nos expidieron en Zanzíbar. Únicamente una llamada a la oficina en la que alquilamos la moto tuvo la solución tras poner al policía y al jefe en contacto: pagad y os largáis, ¡y no hacía falta ni entender suajili!
Finalmente llegamos a Jambiani sanos y salvos aunque con 10 dólares menos en el bolsillo. La gracia es que en los días siguientes en moto no nos pasó nada, la cara que se nos quedaba tras los chaparrones que nos caían en el centro de la isla ¡disuadía a cualquiera de pararnos!

Laos es un país precioso, rural, entrañable y con una gente muy poco maleada en general. Pero parece que algunos ya van apuntando maneras. A mi salida del país en el aeropuerto de Vientiane, cual es mi sorpresa cuando al ir a facturar el equipaje, me dicen que no puedo embarcar porque me falta el sello de entrada en el país y que debo dirigirme a inmigración. Ipso facto me marcho a solventar ese problema, puesto que quedarme a vivir allí no entraba en mis planes. Aunque reconozco que hubo algún instante que casi  pensé que me tocaba alargar mi estancia.

Poder hablar con el poli de turno, me costó lo mío (allí todo es extremadamente lento) para finalmente descubrir que el problema era que a mi entrada al país por el Norte, me habían pegado el sello del visado (bien cobrado y recobrado), pero se habían olvidado de estampar el sello de entrada. Fueron momentos de nervios, y aunque intentaba hacerles entender que miraran el visado de mi pasaporte, donde venía la fecha y el pago del mismo y que mi compañero de viaje, tenía todo en orden y el visado con numeración justo posterior al mío, no había manera. El poli a mi entrada en Laos se había confundido,  pero el error no era de él, sino mío, por no haberlo comprobado. Supuestamente y según ellos, era una ilegal en el país. Asi que la única solución que me daban era que volviera al lugar donde había entrado por el país, y que consiguiera el sello de entrada. Pensarían que yo no tenía nada mejor que hacer….  Cuando yo ya empezaba a sacar humo – y casi serpientes por la boca- , los dos polis que allí estaban con mi asunto,  empezaron a hablar y de repente a reirse entre ellos.

El timo había surgido ya entre sus risas: Si pagaba 500 USD religiosamente hacían la vista gorda y me dejaban pasar. Con ese dinerillo pagaría el error (y unas cuantas pagas extras para ellos). Obviamente no acepté y me enfadé muchísimo. Podían quedarse conmigo de prenda si querían, pero pagar ¡que pagase Rita la Cantaora! Mientras, el tiempo para poder embarcar se iba reduciendo. Finalmente y después de que el encargado de policía se marchara con mi pasaporte e hiciera mil fotocopias y  llamadas varias, me dejaron pasar.No sin pasar unos momentos realmente tensos, lo reconozco.Y siguieron amenazándome y pretendiendo darme miedo hasta que casi me senté en el avión.

Hablando con personal de la compañía aérea, me dijeron que no hacía mucho, había pasado lo mismo con otros pasajeros que habían entrado por el Sur. Que no era la primera vez. Así que no puedo evitar pensar que quizás el error fue a propósito y que sucede más a menudo de lo que debiera. Sea como fuere, ellos vieron rápido el negocio en forma de «timo» que se puede hacer asustando turistas. Pero me temo que conmigo les salió la jugada mal. Aunque, sinceramente y entre nosotros, debo reconocer, que jamás me había sentido tan reconfortada al sentarme por fin en un avión.

Si deseas leer más sobre esta historia y su aventura en Asia , pincha aquí.

  Íbamos paseando tranquilamente Marta y yo por Playa del Carmen en Mexico. de repente se nos acerca un tipo diciendo que si queremos asistir al día siguiente a una visita a un complejo hotelero y que nos regalaba un desayuno y un pasaje en el ferry a isla de Cozumel. Pues anda que no nos iba bien ambas cosas! pero Marta me dijo que se olía venta agresiva, cosa que asentí pero que me daba igual. Al día siguiente nos vienen a recoger en un taxi al albergue y nos llevan al complejo, nos reciben, nos agasajan, nos muestran instalaciones, habitaciones, nos dan de desayunar y nos sientan junto a una chica muy guapa que nos explica todas las ventajas de comprar un apartamento en ese lugar pudiéndolo combinar con otros de la misma cadena en todo el mundo.

Mexico
Mexico

La verdad es que la chica era muy guapa y cuando nos preguntó si nos interesaba le respondí con un no rotundo por dos cosas, una porque no me interesaba nada parecido, la segunda porque me había interesado más la chica que el discurso y me enteré de poco. Pero no os vayáis a pensar que yo sólo salía ganando. Enseguida vino un chico muy guapo que nos lo volvió a explicar y seguramente mi mujer se fijó también en lo mismo. La respuesta fue otra vez NO. No se podían creer que rechazáramos todas esas ventajas vacacionales!. La siguiente que pasó frente a nosotros fue una señorita Rotenmeyer que tenía menos belleza pero era más persuasiva si cabe que los dos príncipes anteriores. Cuando nos cargamos a la Rotenmeyer nos presentaron al jefe, su último cartucho. Sentados en la mesa nos fuimos haciendo pequeñitos ante ese perro de presa, encantador de serpientes o policía de interrogatorio. Ante la frase lapidaria de… ¿Os interesa ahora?, respondimos con un suave y corto «no», con más miedo que vergüenza.  

En el camino de vuelta del taxi todavía nos frotábamos los ojos, no sabíamos si habíamos soñado ese tercer grado. El billete a Cozumel nos mostraba que todo había sido real, pero aquél barco ya nos arrancó la frase de «Nunca mais» en los años 90. No quiero saber que debe pasar con otra gente no tan irreductible como nosotros.

En Bosnia, policías que te paran porque dicen que te has pasado de velocidad, con los que acabas regateando el importe de la multa.

Lo curioso es que cuando llegué a mi destino, a Sarajevo, y pagué en una gasolinera algo de comer con la tarjeta, les dije que es que no llevaba dinero porque un policía me lo había quitado. Y me dijeron que eso era de lo más normal, tela marinera :P.

Hace ahora 10 años decidí viajar a conocer la auténtica Cuba, la de Fidel Castro. Cómo moverse en Cuba es de las decisiones más importantes que tienes que tomar. Si decides alquilar un vehículo te enfrentarás constantemente a dos situaciones desagradables, pero graciosas: 1) las multas inventadas por los polis cubanos y 2) regatearlas o negociarlas.

Los polis cubanos salen a pararte cuando menos te lo esperas. Se inventan cualquier infracción para sacarte unos dólares. Una vez te denuncien, los polis esperarán a que entres en el juego del soborno. De esta manera harán la vista gorda.

Cuba

En varias ocasiones fuimos sorprendidos por supuestas irregularidades, la mayoría sin razón, por ejemplo, inventándose que me había saltado un semáforo. Siguiendo los sabios consejos de una amiga cooperante en Cuba, en las numerosas paradas que me hicieron los polis cubanos por «saltarme un semáforo» les decía o más bien rogaba, a cada poli, que éramos estudiantes, que llevábamos años ahorrando y soñando para conocer el país y que nos encantaba Cuba y Fidel (pasaba siempre casi una hora de juego). De esta manera conseguíamos siempre librarnos de la multa y del soborno. Terminaba siempre la conversación diciéndome: está bien, señol, puede usted malchalse.

Con los supuestos excesos de velocidad ocurría lo mismo. Seguía el protocolo de ruego de antes y conseguía retomar siempre el camino sin multas. Bueno, siempre no, menos en una ocasión. Durante el trayecto por la carretera de peaje que nos llevó a Cayo Coco y Cayo Guillermo, un policía escondido detrás de la vegetación nos dio el STOP. Nos dijo: «ibas muy lápido». Ni se te ocurra decirle: «a ver, demuéstremelo». Eso mismo fue lo que le dije yo. Me hizo sacar el billete del peaje y me dijo: «Señol, usted compró el billete a las 9:00 h. de la mañana. Son las 9:23 h. Me encuentro en el km 22 de la carretera. Si tenemos en cuenta que la velocidad permitida es de 60km/h y que la velocidad = espacio/tiempo, no existen posibilidades de que usted haya circulado por debajo de los 60 km/h». Le miré detenidamente en silencio durante unos segundos y a continuación… comencé a reírme durante minutos a carcajadas. Fue de mala educación, pero de verás que no pude contenerme. ¡¡¡Fue buenísimo!!!

Después de más de media hora negociando los 100 CUC, luchando para que no te impusiera la multa, finalmente conseguí al menos bajarla al 50%. Sí, las multas se negocian en Cuba, como lo oyes. No le soborné (él lo esperaba claramente), va en contra de mis principios. Viviendo en España pensé que jamás me llegaría la multa. Sin embargo, me equivoqué. El Gobierno cubano tiene un sistema de cobro de multas a los extranjeros muy eficaz. Los polis anotan la cuantía de la multa en los papeles del vehículo alquilado. Una vez entregas el coche en la oficina de alquiler, te obligan a pagarla, sino, te quedas sin el pasaporte y sin salir de Cuba.

Más sobre esta historia aquí.

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Chisinau, consejos prácticos para viajar a Moldavia
Transnistria, el último reducto de la Unión Soviética.

La primera imagen del artículo pertenece a El País.


 

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25 comentarios en «¿Cómo sobrevivir a la mafia y a la policia corrupta en un viaje ? Consejos prácticos de experiencias reales»

  1. la verdad que … yo tengo muchas que contar, … pero es que hay mucha picaresca por el mundo, aunque para eso los españoles no somos mucho de fiarnos de nadie, a diferencia de otras nacionalidades, quizás porque aquí somos más o menos de ese calado.
    Anda que no contarán en el extranjero los timos que les hemos pegado en España.

    Saludos.

    Responder
  2. Buenísima entrada! En estas ocasiones nunca sé cómo actuar, no me ha pasado nada como lo vuestro, pero en ocasiones me he conseguido librar del espabilado de turno haciéndome la tonta «no hablo tu idioma» y si me preguntan que idioma hablo digo que hebreo, que no suelen hablar!!!

    Y si no, hacemos como que nos ponemos a discutir entre nosotros «poli bueno, poli malo» hasta que se cansen. Pero claro no nos hemos topado con esas mafias, aún!

    Saludos y enhorabuena por el post!

    Responder
  3. Sinceramente, si te piden una cantidad pequeña, digamos menor de 20 euros, mejor pagar y seguir adelante ¿Merece la pena perder una o dos horas de un viaje que no vas a repetir más en tu vida, y pasar el resto del día tenso, por no pagar una cantidad ridícula? Yo creo que no.

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  4. Muchas gracias por vuestros comentarios.

    @alfonso Si.. la verdad es que el español cuando viaja no lo hace como el japonés nuestra cultura se totalmente distinta y de picarescas somos campeones del mundo :).

    @Iciar Si… el tema del idioma es importante, como comentas es el que intenté con la mafia hasta que me vino dimitri con el teléfono y una persona hablando en español, esa gente está muy preparada!!! :).

    @Lala SI.. podría ser. Todo depende del tiempo que tengas, si vas a estar poco tiempo de viaje tal vez te interese no meterte en lios, pero si realmente vas a estar tiempo 20 euros pueden ser muy importantes y librarte de pagarlo puede ser »la hazaña del día» :). En mi caso… como tenía 17 horas de autobús la verdad es que tenía que estar si o si.

    🙂

    Responder
  5. Espero que nunca visites Venezuela, seguro que vas a regresar sin la mitad del dinero y quizás no regreses… sitio para peligroso y mas para los turistas.

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  6. No soy de contar mis experiencias en público y no se me da bien explicarlas, pero me encanta viajar y nunca olvidaré mi viaje a Colombia en primavera del año 1991 cuando me secuestraron los paramilitares junto a dos guardaespaldas que mi amigo me obligó a llevar ya que estaba empeñado en conocer a las FARC. Al final terminó bien y mi amigo pagó miles de pesos para liberarme en 20 horas. Conservo el recort de prensa local.

    Luego en la frontera de Marruecos la policía me metió un paquete de hachís en la bolsa y me pidieron 10.000 pesetas y pagué, que en el año 1984 la diplomacia no era como la de ahora.

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  7. Nunca olvidare mi viaje a Colombia de 2004. Estuve solo diez días y salvó el hotel, no lo recomiendo. En el regreso, un agente de aduanas confisco mi pasaporte sin motivo en un control. Cuando tras el pago de una tas (por supuesto a puerta cerrada y sin recibo ni nada parecido) por fin pude recuperar mi documentación, había perdido el vuelo. Tuve que comprar billetes de regreso para mi y para mi esposa.

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  8. Muy buen post! Reí mucho leyéndolo. Como os comentaba en Twitter esta mañana, en mis dos años viviendo en Ciudad de México me tocó alguna que otra «mordida» mientras conducía mi Volkswagen escarabajo amarillo del 74, jeje así se llama allí al soborno de un policía. Resumidamente, la más significativa fue un día que volvía de estar 2 semanas de vacaciones en España con la familia. Cuando volví al DF, sin saber en qué día vivía y trastornado por el vuelo, se me ocurrió coger el coche sin reparar en que ese día no podía circular, ya que los coches en esta ciudad tienen que quedarse en casa un día fijo de la semana dependiendo de la terminación de la matrícula. Es una medida del gobierno porque, literalmente, no caben todos en las calles jeje La multa es de unos 150 euros más retirada del coche a un depósito a las afueras de la ciudad en el que te lo suelen desvalijar y encima te hacen pagar por el tiempo que haya estado allí. Una ruina, vamos… Pues fue salir de casa y pum! dos polis en moto apeándome a un lado y frotándose las manos mentalmente. Lo primero fue recordarme todo lo que me iba a pasar y pagar, para meter miedo, poco después haciéndose los comprensivos ante mis mil excusas inventadas sobre la marcha para salir del paso. En México casi nunca te piden la mordida directamente, sino que esperan que tu les intentes sobornar, como para redimirse de culpa, jaja El caso es que cedí, algo de lo que no me enorgullezco, y les pregunté por una manera más fácil de resolver el problema. Me dijeron que les diera algo para el café, jeje, muy sutiles ellos. Al final con el equivalente en pesos a unos 20 euros me dejaron continuar y me libré de un buen lío. Pero lo más gracioso es que me dieron una clave, tipo «cobra alfa» o algo por el estilo, con la que podía circular el resto del día…. si me volvía a parar la policía, solo tenía que decir la clave como señal de que ya había caído antes con otros y me dejaban continuar jeje Organizados son, desde luego. En definitiva, cuando te para la poli, se tenga razón o no, hay que sonreír y caer en gracia lo máximo posible. Eso ayuda 🙂

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  9. Muy interesantes todos los relatos! No me imagino en una situación así, aunque vivo en Argentina y aquí es común la corrupción policial…. pero una cosa es tratarla en tu país y otra muy distinta (y hasta aterradora) en un país extranjero, en otro idioma y otra cultura. La verdad que felicito a todos los viajeros por la manera de sobrellevar las situaciones y que suerte que a ninguno de ellos les haya pasado nada grave!

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  10. Puede que exagere por hacerse el valiente o simplemente es que le falta algo en la sesera pero ponerse a discutir ante un mafioso -sea de la nacionalidad que sea- es atentar contra la propia seguridad y de la de los acompañantes. Lo de decir que entre los idiomas que habla esta el «valenciano» ya suena a chiste y de los muy malos. Conozco a un «listillo» que por vacilar a unos policias de frontera paso tres dias en un calabozo mientras sus compañeros de viaje tuvieron que perder esos mismos tres dias de viaje alojados en una pension hasta que las «autoridades» decidieron liberarlo.

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  11. Por lo visto a alguien molesto mi opinion sobre el articulo. Pues entonces dire que todo muy bonito, muy valiente, muy ahorrador y el valenciano, el idioma universal. Asi todos contentos.

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